La Unión Europea (UE) le pidió a Brasil restaurar la confianza del consumidor tras el fraude que puso en duda la calidad de sus exportaciones. En un debate del Consejo de Agricultura comunitario, en Luxemburgo, algunos ministros plantearon “vetar” toda la carne del país vecino.
Durante la reunión, los ministros de Agricultura del bloque abordaron también la revisión del reglamento conocido como Ómnibus, que plantea una serie de modificaciones para simplificar las políticas europeas, entre ellas la Política Agrícola Común (PAC).
Los países alcanzaron un texto de consenso con el que esperan hacer mejoras antes de la reforma de la nueva PAC, que se aplicará a partir de 2020. Aunque no estaba oficialmente en la agenda, la situación de la carne brasileña fue objeto de debate en la reunión, a la que acudió de forma excepcional el comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis.
El comisario lituano presentó a los ministros sus conclusiones sobre su viaje a Brasil, donde se reunió con el ministro de Agricultura de ese país, Blairo Maggi, a quien pidió “restaurar la confianza de las exportaciones de carne, asegurando la fiabilidad, previsibilidad, credibilidad e independencia de los controles de sanidad”.
En ese sentido, el comisario recordó que la UE “tomó medidas” en cuanto el escándalo se hizo público, con el embargo de las importaciones de los veintiún establecimientos implicados -de los cuales solo cuatro tenían licencia para exportar a la UE- y con el establecimiento de más controles “físicos” en todas las importaciones de carne que entren de Brasil y pruebas microbiológicas aleatorias para un 20 % de los productos cárnicos procedentes del país.
Durante el debate, una mayoría de países se mostró satisfecha con las medidas adoptadas por la CE, entre ellos España e Irlanda, y consideraron que el Ejecutivo comunitario ha reaccionado “inmediatamente con una respuesta coordinada”, aunque también insistieron en que quieren tener “más información” para tranquilizar a los consumidores y Francia, República Checa y Holanda plantearon la posibilidad de un “veto total” a la carne brasileña. “Este escándalo prueba un serio fallo sistémico y debería haber un embargo completo hasta que se aclare la situación”, apuntó el representante checo, mientras que el holandés dijo que “si Brasil no hace su parte”, la UE deberá “tomar acciones ulteriores y no excluir un veto completo a las exportaciones de carne”.
Paralelamente, la CE prepara una auditoría “urgente” en Brasil, que se pondrá en marcha “antes de mediados de mayo”, aseguró Andriukaitis, mientras que los Estados miembros “siguen informados sobre la situación de manera continua”.