El USDA sorprendió al mercado al informar que las existencias de soja se ubicaron en 47,22 millones de toneladas frente a las 45,83 millones de toneladas esperadas por los analistas.
En su informe del segundo trimestre, el organismo también sacudió al mercado al indicar que la intención de siembra de soja en EE.UU. se ubicaría en torno a 36,21 millones de hectáreas cuando los analistas estimaban, en promedio, unas 35,7 millones de hectáreas.
“De la lectura de las nuevas cifras surgen fundamentos bajistas para los precios de la soja, dado que las existencias trimestrales, de 47,22 millones de toneladas, no sólo quedaron por encima de los 45,61 millones previstos por los privados, sino que resultaron un 13,3% superiores a las vigentes un año atrás. Pero el dato más difícil de digerir para el mercado es la intención de siembra estadounidense para la nueva campaña, que fue proyectada por el organismo en 36,21 millones de hectáreas, por encima de los 35,73 millones previstos por los operadores; de los 35,61 millones anticipados por el USDA en su Foro Anual de febrero, y un 7,3% por encima de los 33,75 millones implantados en la campaña 2016/2017, que dejó como resultado un récord productivo de 117,22 millones de toneladas”, dijeron desde la corredora Granar.
Para el maíz y para el trigo las cifras estuvieron relativamente dentro de las expectativas de los operadores, en el marco de la sobreoferta de cereales vigente en el nivel global. Las existencias de maíz se estimaron en 218.862.650 toneladas, 20 millones más que el año anterior, lo cual implica un crecimiento del 10%. Y los stocks de trigo se establecieron en 45.050.480 toneladas, lo que representa un incremento interanual del 20,7%.
Por otro lado,mientras que el mercado esperaba un área de 36,8 millones de hectáreas de maíz en Estados Unidos, el USDA estimó unas 36,4 millones de hectáreas, un 4% más baja que la de 2016. Así, EE.UU. el mayor productor del mundo de ambos granos, crecería en oferta de la oleaginosa ycaería en la del cereal el próximo ciclo.
En tanto, la superficie sembrada con trigo llegaría a 18,6 millones de hectáreas, es decir, 1,7 millones de hectáreas menos a las previstas.