El economista Dante Sica consideró hoy que el escándalo de comercialización de carne podrida en Brasil es un “hecho delictivo” y no una falla del sistema normativo y aclaró que en la Argentina los controles “funcionan bien” especialmente en lo que hace a los alimentos y la Aduana.
“Estamos ante un hecho delictivo, un hecho de corrupción. No es que haya fallado la normativa, sino que fallaron los controles” porque “hubo una connivencia entre algunos frigoríficos y los inspectores para dejar que cierta carne en mal estado pudiera estar circulando tanto para el consumo interno como para exportación”, dijo el economista a radio Continental.
Sica respondió afirmativamente luego ante una pregunta sobre si los consumidores argentinos pueden confiar cuando compran pollo, cerdo, pavo congelado y pavita proveniente de Brasil.
“Sí porque los controles que tiene la Argentina respecto a los productos que importa y exporta mostraron mucha credibilidad y confianza”, dijo y destacó que “los controles de la Aduana y los organismos de control de alimentos, para lo que circula en el mercado interno son muy estrictos”.
El economista señaló luego que el escándalo de comercialización en Brasil “no se extendió a los frigoríficos de la Argentina porque acá los controles funcionan y funcionaron bien. No es que falló un sistema de forma sistemática. Hubo un caso de corrupción en connivencia entre algunos directivos de los frigoríficos, los empleados y los que tenían que controlar”.
El especialista puntualizó también que “el daño y el impacto que generan es muy fuerte” y agregó que “independientemente de la cantidad de frigoríficos que estén involucrados, esto pone en duda la credibilidad de Brasil” cuando ese país sufre una fuerte pérdida de confianza “a partir de lo que es su crisis política y judicial”.
“Seis de los principales mercados que Brasil tenía están poniendo bajo revisión todas las compras. Son mercados que cuesta mucho ganar, demanda mucha inversión y afecta la imagen de Brasil en el exterior. Hubo algunos años en los últimos 10 años que las empresas de origen de capital brasilero manejaron el 50% del mercado mundial de carnes”, advirtió.
El titular de la consultora Abeceb reflexionó luego que este escándalo “puede impactar en la Argentina. Por un lado puede ser positivo porque de alguna manera nosotros reforzamos nuestra imagen de controles. Acá todo lo que tiene que ver con los controles del Senasa son muy fuertes. La Argentina estaba volviendo a calificar para ingresar productos de carne a los EE.UU. y ya teníamos inspecciones. Puede ser una gran oportunidad pero también la gente y los mercados en general ponen en duda todo”, reconoció.
El economista recordó que “hace años en la Argentina aparecía algún brote de aftosa por algún empresario que no había colocado la vacuna. Eso afectaba a todos los mercados de exportación. El daño que genera es fuerte en pérdida de imagen y potencialidad de mercado”, indicó.
Sostuvo que en el caso de Brasil “son varios frigoríficos de dos de las principales empresas cárnicas. Estamos hablando de Brasil Foods, una de las principales empresas alimenticias a nivel mundial, en un segmento que la Argentina y Brasil querían salir a competir al mundo”.
Sica recordó también que “en la última reunión de la Argentina y Brasil, la Argentina quería ir a normas comunes fitosanitarias en alimentos para tener un sello de calidad Mercosur” y señaló que el escándalo determinó que “la Argentina tenía razón”.