La campaña de girasol 2016/2017 terminó con buenos resultados en en el centro norte de la provincia de Santa Fe. Además de un aumento en el área sembrada con la oleaginosa, también hubo una mejora en los resultados económicos obtenidos, a pesar de algunas complicaciones por cuestiones climáticas que se presentaron en la última etapa del cultivo.
El Centro de Estudios y Servicios (CES) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (BCSF) evaluó la rentabilidad que dejó el cultivo tomando como base dos ejemplos: uno en el departamento San Justo con aplicación de tecnología media alta y otro, en el departamento General Obligado, con un esquema de tecnología media baja. En ambos casos, la rentabilidad fue positiva.
De acuerdo a los datos publicados por el Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la BCSF , la superficie sembrada con girasol en los doce departamentos del centro norte de la provincia de Santa Fe en la presente campaña, ascendió a 109.000 hectáreas, esto representa un incremento del 75,1% en relación a las 62.250 hectáreas implantadas en la campaña previa.
“La eliminación de las retenciones al cultivo, la mejora en la relación en del girasol respecto a la soja y las buenas condiciones en la cama de siembra en las semanas iniciales del proceso, fueron factores que impulsaron este crecimiento significativo en el área destinada a esta oleaginosa”, explicaron desde la BCSF.
En general, los cultivares tuvieron una buena evolución a lo largo del proceso productivo, aunque desde que comenzó la cosecha, entre finales de diciembre y comienzos de enero, la inestabilidad climática fue generando demoras e inconvenientes. “En varias zonas del área se registraron lotes encharcados o parcialmente anegados, volteos y caídas de plantas y retrasos en la cosecha, con pérdidas parciales de producción”, indicaron desde el CES.
La superficie, finalmente, cosechada fue de 104.000 hectáreas, quedando un 4,6% de la superficie sembrada sin poder recolectarse. En tanto, la producción obtenida en los doce departamentos del centro-norte fue de 192.400 toneladas, con un rendimiento promedio de 18,5 quintales por hectárea, lo que representa una caída del 7,5% en relación a los 20,0 quintales por hectárea del ciclo previo, informaron desde la Bolsa santafesina.
“A nivel nacional, durante el último año se produjo una alza en las cotizaciones del girasol a nivel nacional, con una mejoría que comenzó a notarse a partir de la quita de las retenciones en diciembre de 2015, llegando a un techo a mediados de 2016 en que se superaron los U$S 350,0 la tonelada. Actualmente, en lo que llevamos del mes de febrero, el promedio del precio pizarra de Rosario fue de U$S 297,0 la tonelada, un 11,0% superior al registrado en el año anterior, y un 34,1% por encima que en febrero de 2015”, detalló el CES en su reporte.
En base a los ejemplos de rentabilidad en el centro-norte provincial, se ha observado en la presente campaña un resultado positivo en las explotaciones de esta oleaginosa. En el caso de la zona de San Justo, el margen bruto obtenido ha sido de U$S 267,1 por hectárea en campo propio y U$S 98,8 en campo arrendado; mientras que en el caso de General Obligado, el margen bruto promedio obtenido se ubicó en los U$S 120,6 por hectárea en campo propio, y U$S 38,9 bajo arrendamiento, de acuerdo al estudio.
Las perspectivas a futuro para los precios continúan siendo favorables, tomando como guía los fundamentos del mercado a nivel internacional. Siguiendo los datos del USDA, se espera un incremento cercano al 10,0% en la producción mundial de esta campaña, pero también lo haría en una cuantía similar el consumo, y se seguiría con una muy baja relación de stocks en términos de consumo, con niveles de existencias totales inferiores a los 20 días de consumo por segundo año consecutivo, dando fuertes señales de que los precios de esta oleaginosa se mantendrían en buenos niveles durante los próximos meses.
