En medio del discurso de Mauricio Macri ante la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación, una mano apareció desde el otro lado del atril. Era la diputada María Britez (FPV-Misiones), que se acercó para entregarle al Presidente un paquete de yerba, en una forma de visibilizar el conflicto de los yerbateros de Misiones.
Fue Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados, sentado a la derecha del mandatario, quien recibió el incómodo regalo en un momento inoportuno. El Presidente siguió hablando, sin siquiera mirar a la legisladora misionera.
Al finalizar la exposición, Macri le pidió el “regalo” a Monzó y lo levantó, mirando a lo lejos a la diputada. Fue entonces que abandonó el Congreso, según publica La Nación.