El conflicto por los despidos de casi 200 trabajadores en las plantas bonaerenses de Munro y Baradero de la empresa Atanor sigue abierto. Ayer, los ministerios de Trabajo de la Nación y de la provincia de Buenos Aires negociaron con la Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Química y Petroquímica (Festiqypra) y se dispuso la conciliación obligatoria por 15 días en la planta de Baradero donde hubo cien despedidos. No obstante, en la planta de Munro, donde echaron a 80 trabajadores, no hubo acuerdo y se convocó a una nueva audiencia para el miércoles próximo al mediodía.
El secretario adjunto de Festiqypra, Diego Salas, informó hoy a Télam que “representantes gremiales y los trabajadores de Munro bloquean desde ayer las instalaciones de esa planta”, a la vez admitió que rechazaron “la conciliación obligatoria porque durante su duración la empresa no quería a los empleados dentro de la empresa”.
El gremialista indicó que “una cosa es una conciliación obligatoria que retrotrae la situación con los trabajadores dentro de la planta y otra afuera”, y remarcó que el sindicato quiere “la reincorporación de todos los trabajadores y la continuidad de las fuentes laborales”.
El conflicto comenzó en la noche del martes, cuando los trabajadores de las plantas de Munro y Baradero, al llegar a trabajar como cada día, recibieron de parte del personal de seguridad un volante comunicando el despido y el “acompañamiento hasta las puertas de los establecimientos”, de acuerdo a lo denunciado por los empleados de Atanor.
Por ese motivo, la Federación Química decidió intervenir bloqueando ambas plantas. Por la tarde, sus dirigentes fueron a la sede de la cartera laboral de la avenida Callao 114 a una audiencia de conciliación, que fracasó, por lo que las autoridades del ministerio decidieron convocar a una nueva audiencia para el miércoles de la semana próxima, a partir de las 12.
Atanor tiene dos plantas más en la provincia de Buenos Aires en el partido de Pilar y la cordobesa de Río Tercero y produce resinas y derivados de metanol. La firma decidió cerrar esas dependencias porque, según alega, quiere “concentrar el negocio de los agroquímicos y la protección de cultivos”, informaron fuentes de la empresa.