La iniciativa, promovida tras la crisis del zoo local en el que este año murieron más de 70 animales, establece que la Dirección de Ecoparque ejercerá su competencia en el área del actual Zoológico y tiene como objeto, por un lado, lograr una correcta gestión, administración y planificación ambiental, y por otro lado, promover la protección de la flora y fauna autóctonas de Mendoza y de la Región Cuyo.
También se propone la protección y bienestar animal de acuerdo a estándares internacionales, la educación ambiental, el aprovechamiento integral de los recursos hídricos, y lograr un trabajo en conjunto científico y técnico.
Entre las limitaciones al Ecoparque se establece la prohibición de compra/venta y canje de animales con otras instituciones públicas o privadas, nacionales o extranjeras, y/o particulares.
Además el Ecoparque sólo recibirá animales provenientes de los procedimientos de aplicación de las leyes de protección de fauna silvestre y animales que ingresen como planteles de cría de la fauna autóctona, cuya entrada esté enmarcada en programas de conservación, detalla el proyecto aprobado.
Durante el debate en la legislatura de Mendoza el senador radical Jorge Teves manifestó que “este proyecto intenta modificar y cambiar el paradigma de un zoológico tradicional”, lo que corresponde “con la nueva tendencia a nivel internacional de tener un mayor compromiso con el medio ambiente”.
El legislador subrayó que “en el futuro inmediato Mendoza va a tener un parque donde se pueda interactuar de un modo educativo”.
En tanto, el senador Gustavo Arenas, del FpV, comentó que coinciden en “que el zoológico como está no puede seguir y hay que hacer reformas” pero resaltó que las organizaciones que generaron el proyecto original han rechazado los cambios en el proyecto que se está tratando y subrayó que “no está garantizado el consenso necesario para lograr un proyecto que contemple a todos los sectores que están vinculados con el zoo”.
Por su parte, Noelia Barbeito, del FIT dijo “que no se plantea en ningún punto del proyecto de ley cuales van a ser los estándares internacionales que van a guiar la puesta en marcha de este ecoparque”.
Además; Barbeito expresó: “no se garantiza a los trabajadores continuar con sus fuentes de trabajo, sino que se menciona la posibilidad de que sean reubicados”.
El senador Guillermo Amstutz, de Unidad Popular, lamentó que no se haya podido discutir en profundidad y remarcó que nunca se encontró un proyecto alternativo que abarcara todas las posturas.
Organizaciones ambientalistas que promovían el proyecto de Ecoparque se mostraron disconformes con la norma que finalmente fue aprobada por los cambios que sufrió en su articulado, mientras que desde el área ambiental del gobierno provincial afirmaron que la norma “perdió letra reglamentaria pero no su espíritu”.
El zoo mendocino, que tenía cerca de 2.000 ejemplares, cerró al público en mayo y estuvo en el ojo de la tormenta desde noviembre de 2015 cuando comenzaron a morir animales en la zona de ciervos, lo que generó fuertes acusaciones entre empleados, delegados de ATE y las autoridades del lugar, por las que intervino la fiscal de Delitos Complejos, Claudia Ríos.
Previo al conflicto desatado en el zoológico de Mendoza, organizaciones ambientalistas habían propuesto un proyecto de ley para convertir el lugar en un ecoparque y tras la crisis del zoo, el proyecto que ya tenía el aval del gobernador, cobró nuevo impulso.