El Ministerio de Agroindustria creó el Programa Escuelagro destinado a fortalecer el vínculo entre la educación y el sector productivo agroindustrial en las escuelas secundarias agrarias y rurales de todo el país, a través de la Resolución 349 – E/2016 publicada en el Boletín Oficial.
“El programa pone el foco en los jóvenes, quienes no sólo son el futuro sino también el presente. Escuelagro es unir en una misma mesa escuelas agrarias, productores e instituciones del medio junto a gobiernos municipales y provinciales y el trabajo de los Ministerios nacionales”, indica la Resolución.
Entre otras cosas, Escuelagro tiene como objetivos realizar encuentros en las escuelas secundarias agrarias y rurales, con trabajo colaborativo y participativo del cual formarán parte funcionarios de las áreas de Desarrollo Local y de Producción de las distintas zonas, apuntando al intercambio entre los actores del sistema educativo y del sector productivo. Los encuentros consistirán en jornadas intensivas de escuelas agrarias y/o rurales, con talleres destinados a tratar diversas temáticas desde un abordaje práctico y vinculados a la producción real de la economía regional de que se trate. Además, se presentarán casos concretos de emprendimientos productivos exitosos y se vinculará a los docentes y directivos con los emprendedores y empresas agroindustriales. Algunos de los ejes centrales de dichos talleres serán comunes a todos los paisajes productivos y tendrán que ver con la mira a largo plazo de las políticas agroindustriales: biotecnología; alimentos; lechería; sustentabilidad; Buenas Prácticas Agrícolas (BPA); Buenas Prácticas de Manejo; mejora en la gestión agroindustrial, etcétera. Otros temas serán exclusivos de cada región.
El programa impulsará emprendimientos y políticas de arraigo de los jóvenes en sus lugares de origen. También facilitar la constitución de redes de escuelas entre sí y con sus municipios para favorecer el desarrollo local y contribuir a que las escuelas agrarias se transformen en faros de innovación productiva para su región.
“Escuelagro es compartir conocimientos porque cuantos más conocimientos se comparten, más se crece. Se pretende que los conocimientos lleguen no sólo a las escuelas sino también a las familias de los alumnos, que son los productores locales que están buscando despertar sus economías regionales”, dice la norma.
Desde el programa, se invita a los gobiernos provinciales a proponer “un cambio paulatino y profundo para que cada escuela agraria y/o rural se transforme en una escuela de referencia (“escuela faro”) de la innovación productiva local”. Para eso, las escuelas se podrán sumara al Índice Escuelagro en el cual se medirán una serie de variables que determinarán su valoración, entre ellas: que sea una escuela que enseña y practica la bioenergía; que tiene una mesa permanente de productores; que promueve las prácticas profesionalizantes desafiantes e innovadoras, reales y ancladas en el mundo productivo; que enseña y practica las buenas prácticas agrícolas y buenas prácticas de manejo; que tiene sus salas de agroindustria habilitadas y que enseña según las normas actuales de inocuidad de los alimentos.
A fin de alcanzar sus objetivos, el programa contará con Aportes No Reintegrables (ANR) para la organización y adquisición de insumos que permitan llevar a cabo los encuentros Escuelagro. Los mismos serán otorgados a municipios, escuelas nacionales y/o provinciales, asociaciones cooperadoras, organizaciones no gubernamentales o a los organizadores de los encuentros.
También se brindará asesoramiento y capacitación a los directivos y docentes de las escuelas secundarias agrarias y rurales que participen del programa. Y se facilitará equipamiento para el traslado de expositores, materiales didácticos y demás elementos que requiera la realización de los encuentros Escuelagro. Asimismo, se hará la comunicación y difusión del programa y de las acciones que se lleven adelante en el mismo.
La autoridad de aplicación de Escuelagro será la Subsecretaría de Coordinación Institucional dependiente de la Secretaría de Coordinación y Desarrollo Territorial, la cual podrá dictar las normas necesarias para el funcionamiento del programa. En tanto, el gasto que genere su implementación se imputará a las partidas presupuestarias de la jurisdicción.