La agroindustria es la actividad estrella en la balanza comercial argentina. Ella marca el ritmo de la entrada de divisas y de acuerdo a su éxito (o no), también estipula el ánimo económico del país. Es por eso que el Congreso se abocará a un elemento de la producción que tiene una repercusión inmediata en la producción agraria.
El miércoles pasado, la Cámara de Diputados convirtió en ley una iniciativa del Gobierno anterior para establecer los presupuestos mínimos en la gestión de los envases vacíos de fitosanitarios (que hasta el momento no fue promulgada). El paso siguiente será la elaboración de un articulado para regular las aplicaciones de estos productos.
Desde distintos puntos del espectro político, los legisladores coinciden en que la utilización de estos materiales debe estar regulada desde el momento de creación del producto, su aplicación en el terreno y cómo es la disposición última del químico.
Diputados comenzó por el final y se prepara para encarar la utilización de los agroquímicos. Para ello, tiene en carpeta tres iniciativas variopintas que modifican el marco regulatorio nacional. Los textos que comenzarán a tratar son de Graciela Cousinet, de Luis Lusquiños y de Juan Casañas. La propuesta de Cousinet (Libres del Sur) es la más restrictiva. Busca prohibir las fumigaciones aéreas y habilita la fumigación terrestre a un kilómetro de distancia de las áreas peri urbanas. Mientras que el de Lusquiños (Compromiso Federal) sugiere comenzar a usar glifosato a no menos de 500 metros de los centros urbanos.
Por su parte, el proyecto de Casañas (Bicentenario) establece los lineamientos básicos en la materia de acuerdo a un manual de buenas prácticas agrícolas. De cara a la aplicación, propone no fumigar en áreas urbanas aunque contempla la posibilidad de hacerlo con el aval de la Autoridad de Aplicación.
Para agilizar el tratamiento de la problemática, la Comisión de Recursos Naturales (que preside el radical Mario Barletta) ya tuvo una serie de encuentros con expositores que disertaron acerca de las necesidades normativas del sector y el impacto que estos químicos tienen sobre la sociedad y el ambiente.
Se espera que el tratamiento de esta temática comience en las próximas semanas para lograr un dictamen en el último bimestre. Desde las distintas bancadas aseguran tener voluntad política para profundizar en su sanción. Junto con la Ley de Semillas, la regulación de las aplicaciones fitosanitarias será el próximo proyecto fuerte para el sector.
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