A pesar de las importantes modificaciones macroeconómicas realizadas por el actual gobierno (liberación del cepo cambiario y quita de retenciones) la industria exportadora se encuentra en una situación semejante a la de 2015. Sólo diremos que el alivio inicial se diluyó rápidamente. A modo de ejemplo, en marzo el precio del novillo de exportación se pagaba a un valor de 45/46 $/kg gancho y el valor del dólar era de $ 14,84. Hoy el mismo novillo se paga entre 50/51 $/kg gancho y el dólar se liquida a $ 13,90. A estas modificaciones del precio del novillo y del valor del dólar debemos agregarle el aumento de las tarifas y los salarios, que medidos en dólares le han restado toda la competitividad lograda en los tres primeros meses del año.
La industria del consumo sigue viéndose afectada por la falta de transparencia en el mercado, por lo que significan las falsas cooperativas que no sólo no pagan cargas sociales, sino que sus operarios son rehenes de operadores ocultos, dado que no cobran los salarios de convenio y en algunos casos sólo reciben $ 2.000 por semana. Algunas de estas falsas cooperativas son beneficiadas con la reducción de las tarifas de energía y, por supuesto, están exentas de ingresos brutos y no abonan ART ni ningún tipo de impuestos.
De los párrafos precedentes se desprende claramente que ha vuelto la industria frigorífica a estar en condiciones de alta inestabilidad.
En mayo quedaron atrás las restricciones planteadas por el clima y la faena de carne vacuna se acercó nuevamente al millón de cabezas. La industria frigorífica faenó aproximadamente 990 mil cabezas de ganado vacuno durante el quinto mes del año. En relación a abril la recuperación fue de 10,8%, no obstante lo cual en términos interanuales se registró un retroceso de 1,8%.
Las estadísticas correspondientes a la faena tipificada dan cuenta de que el proceso de retención de vientres siguió su curso. En el quinto mes del año la faena de hembras equivalió a 42,5% de la faena total.
En enero-mayo de 2016 la faena total fue de 4,75 millones de cabezas y quedó ubicada 6,1% por debajo del nivel alcanzado durante el mismo período del año pasado.
En el acumulado del año la relación hembras/faena total se ubicó en 40,4%, es decir 2,7 puntos porcentuales por debajo del ratio correspondiente a enero-mayo de 2015.
En línea con la recuperación de la faena total, la producción de carne vacuna volvió a 223 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h) en mayo pasado y, de esta forma, en el acumulado de enero-mayo del corriente año totalizó 1,076 millones tn r/c/h. En términos interanuales, la producción de mayo fue 1,4% inferior y la del acumulado del año 5,0% más baja.
La producción de carne vacuna fue de 1,076 millones de tn r/r/h en enero-mayo de 2016, lo que significó un retroceso de 5,0% interanual. La faena disminuyó 6,1% en términos interanuales y fue compensada muy parcialmente por la corrección hacia arriba del peso promedio declarado de acuerdo a la Subsecretaría de Ganadería del Ministerio de Agroindustria (1,1% anual).
El consumo interno alcanzó una participación de 92,35%. El consumo per cápita de carne vacuna retrocedió 6,3% entre los primeros cinco meses de 2015 y 2016. El promedio se ubicó en 55,7 kilogramos/año.
En tanto, el volumen exportado en enero-mayo de 2016 resultó casi idéntico al registrado en enero-mayo del año pasado. En total se habrían comercializado 82,5 mil tn r/c/h de carne vacuna (+34 tn r/c/h).
El volumen de exportaciones de carne vacuna certificado por el Senasa ascendió a 13.967 toneladas peso producto (tn pp) en abril del corriente año. En términos mensuales se registró una suba de 33,3%, en tanto que en relación a un año atrás resultaron 19,1% mayores. Y la recuperación de abril también impactó en el primer cuatrimestre de 2016, período en el que las exportaciones de carne vacuna totalizaron 43.016 tn pp y recortaron la caída acumulada de 19,2% anual en el primer trimestre del año a 5,3% anual en enero-abril. Medidas en toneladas res con hueso (tn r/c/h), en abril las exportaciones equivalieron a 20,14 mil tn, y las del primer cuatrimestre llegaron a 62,2 mil tn.
Los ingresos por ventas al exterior de carne vacuna fueron de 284,0 millones de dólares aproximadamente en el primer cuatrimestre del año y redujeron la caída acumulada a 6,4% anual.
En mayo la oferta de hacienda en pie se recuperó con relación a lo observado durante abril, dando lugar a una caída del precio promedio del kilo vivo de 4,9% mensual, que quedó ubicado en $ 22,345. Pero la disminución no fue generalizada, sino que estuvo concentrada en vacas, toros y MEJ (-12,3%, -5,5% y -1,5% mensual, respectivamente). A la inversa, en novillos, novillitos, vaquillonas y terneros se registraron subas de 3,5%, 4,0%, 4,2% y 4,4% mensual. En tanto, en relación a mayo de 2015 el precio de la hacienda en pie verificó una suba de 49,2%.
En mayo hubo una suba de 3,1% del precio promedio de la carne vacuna en el mostrador. Y al medir la variación entre puntas del año (mayo 2016 vs. diciembre 2015) en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA: Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires) el valor promedio de la carne vacuna registró un aumento de 3,1%, cuando la hacienda en pie registró una caída de 0,9%. Al comparar los primeros cinco meses de 2015 y 2016 surge que el valor de la hacienda en pie subió 48,5% y el de la carne en el mostrador 46,6%. A su vez, si se contrasta con agosto de 2009, cuando quedaron a la vista los resultados de la política antiganadera del gobierno nacional anterior, el valor de la hacienda acumuló un alza de casi 700% y el precio de la carne al consumidor final otra de 657%.
Durante mayo el precio de la carne aviar volvió a caer, en esta oportunidad 3,8% mensual (en abril había disminuido otro 5% mensual). En consecuencia, entre diciembre de 2015 y mayo de 2016 el precio del kilo de pollo pasó a acumular ahora una caída de 5,4%, abaratándose con relación al promedio de los cortes de carne vacuna en 8,3%.
Por su parte, en el quinto mes del año la carne porcina registró una leve caída de 0,7% mensual, acumulando una suba de 7,4% en relación al cierre de 2015. No obstante ello, en términos interanuales es la carne que menor aumento registró (18,5%), debido al crecimiento de la oferta. Y con estos guarismos, el valor de la carne porcina cayó en forma significativa frente al del pollo y al de la carne vacuna en los últimos diecisiete meses. El precio relativo cerdo/pollo bajó 17,6% para el consumidor final, y el precio relativo cerdo/’bife’ hizo lo propio en 20,9%.
Por Miguel Schiariti. Presidente de CICCRA