La participación de los supermercados en el precio final de la leche fluida comercializada en el mercado interno duplica a la de los tamberos. Y la del Estado es un 10% superior.
La participación promedio de los tamberos en una canasta de productos lácteos representativa, según datos del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (Iapuco), pasó de 31,3% en febrero de 2015 a 22,4% en el mismo mes de 2016.
En ese mismo período la participación del sector industrial pasó de 25,9% a 29,3% y la del comercio de 26,9% a 32,4%, mientras que la del Estado (impuestos) se mantuvo prácticamente constante en 15,9%, según datos publicados en el sitio valorsoja.com.
Dentro del promedio conviven situaciones completamente disímiles. Por ejemplo: en el caso de la leche larga vida –producto que se consume mayoritariamente en el mercado interno– la participación del comercio (fundamentalmente el supermercadismo) fue en el trimestre diciembre 2015/febrero 2016 de 46,7% versus un 12,9% los tamberos. Con los quesos esa relación fue de 34,5% versus 24,8%.
En lo que respecta a la leche fluida –un producto de consumo básico– la participación de los tamberos (15,8%) es inferior a la del Estado (17,4%) y la mitad de la de los supermercados (31,3%).
En cambio, con la leche en polvo entera los tamberos y la industria se llevan –por lejos– la mayor parte de la torta del negocio con una participación del 40,1% y 35,9% respectivamente (razón por la cual la mejor manera de incentivar el crecimiento de la producción de leche es precisamente promover esa rama del negocio lácteo).
A partir del presente mes de abril, con el reacomodamiento de precios de la leche abonada a tamberos, los productores deberían comenzar a ganar participación relativa en los valores finales de los principales lácteos.