Luego de vivir la jornada democrática del domingo 22 de octubre han transcurrido unos días felices para los mercados de acciones y de granos.
Entonces, surgen dos preguntas ¿Qué incidencia tuvieron las elecciones en el mercado internacional? y ¿Cuál fue el impacto en el mercado local?
En lo internacional, claramente por ahora no hemos sido noticia. Tanto en soja como en maíz se vio que mientras en el mercado local subían, en Chicago bajaban.
Este retroceso fue empujado por la información fundamental del mercado: la oferta que se va concretando a medida que avanza la muy buena cosecha de EE.UU; los interesantes stocks sudamericanos; y el aumento de la intención de siembra en esta región, puntualmente con soja.
Lógicamente, esta información hizo que los operadores actuaran en consecuencia, con una visión no tan optimista de la cosa.
¿Y localmente? En este caso se ha vivido un momento de adrenalina en todos los mercados, ya sea accionario o de granos.
Podría decirse que los operadores sintieron esa alegría que generan las cosas importantes de la vida; como cuando estás conociendo a alguna persona y ya la ves como un amor importante en tu vida… Pongámoslo así, para no decir que esta suba de corto plazo de la soja no tuvo nada de sustento técnico.
Amor verdadero: maíz y trigo
Por el lado de los cereales la cosa cambia; se pone más inquietante y expectante porque aquí sí hay tela para cortar.
Fundamentalmente en el caso del maíz todavía en algunos lugares da para repensar el plan de siembra, por enésima vez en el año, y así imprimirle más sustentabilidad al sistema, incorporando más gramíneas que unos 15 días atrás.
¿Qué entendió el mercado en este caso? Que las chances de salir ganador Cambiemos el próximo 22 de noviembre han aumentado. Por eso, todos medimos el impacto de la implementación de políticas públicas referentes a los mercado a partir del 10 de diciembre. Puntualmente sacarle retenciones al maíz y al trigo y volar por ineficiente el sistema de ROEs.
En su justa medida
Ponerle valor a las cosas es lo importante, y acá tenemos que saber que a la fecha, cuando extrapolamos la situación antes descripta a los precios actuales, podemos estimar que el maíz debería valer aproximadamente U$S 160 y el trigo unos U$S 205 y… ¿La soja? Aquí el mercado la paga más de lo que podría pagártela.
Lo importante: el mercado entiende que de a poco la cancha en la cual se podría llegar a jugar es mejor que la actual. Estamos por salir del campito y del barrio y podríamos pasar al maravilloso Antonio Vespusio Liberti.