Mendoza es una provincia con una historia productiva de más de 100 años que se fue transformando, a lo largo del tiempo, en función de una dinámica poblacional con una influencia muy fuerte de inmigrantes europeos y de las propiedades agroecológicas del territorio.
En este sentido, siempre se buscó aprovechar las virtudes de los suelos, del sol y de las alturas, con la restricción y, a la vez, la potencialidad del agua de riego de la Cordillera. En función de ello, hay un potencial productivo definido e identificado por especies perennes como la vid, los frutales, las hortalizas y pasturas.
También, en este último tiempo, hubo un crecimiento en materia de ganadería de secano y bajo riego. Por lo tanto, la implantación de pasturas también nos pone en un lugar de privilegio respecto a otras provincias. A partir de esto, no sólo generamos productos tradicionales sino que además la producción de carne empieza a tomar relevancia dentro de la provincia.
Venimos trabajando con el INTA en procura de una alianza estratégica en pos de tener definiciones comunes y desarrollar esquemas técnicos institucionales políticos que nos permitan, no sólo aprovechar lo que hoy existe sino garantizar la sustentabilidad de estos procesos productivos. Esta alianza también debe permitirnos trabajar en planes estratégicos con visión de futuro, siempre teniendo a la familia rural como centro de las políticas institucionales.
Entendemos que los recursos naturales de la provincia, sumado al esfuerzo y al trabajo de las personas, siempre tienen que ser en función de la producción de alimentos para el país y el mundo. En este sentido, compartimos con el INTA la importancia de la seguridad y soberanía alimentaria de nuestros pueblos.
Si bien, en esta oportunidad la muestra tendrá sede en San Juan, compartimos territorialmente un mismo clima y la misma situación productiva, por lo que nos sentimos identificados y representados, motivo por el cual apoyamos y acompañamos su realización.
Lo que se va a mostrar en INTA Expone es producto del esfuerzo de toda una región que a pesar de las vicisitudes logra cultivar sus tierras y mantener sus oasis productivos. Es por esto que hay una gran valoración hacia el INTA que ha logrado desarrollar la ciencia y la tecnología suficiente para poner nuestros suelos áridos en condiciones fértiles, el agua de montaña convertida en riego, y en desarrollar con semillas y variedades adaptadas a la zona, entre otras innovaciones.
Por Leonardo Miranda, subsecretario de Agricultura de Mendoza