En este tiempo terminó la campaña gruesa y crecieron las deudas de miles de productores, que en muchos casos llegaron a situaciones de quebranto, por causa de dicha política económica, provocando pérdidas importantes, deudas y creciente compromiso del patrimonio.
Por esto, creo que ha llegado la hora de protestar con energías.
Protestar para reclamar un plan de salvataje o un fondo de reparación, que se implemente urgentemente para hacer frente a esta grave crisis en la que estamos. Porque a lo largo de estos años, nos sacaron miles de millones de dólares, sin darnos nada a cambio (o dándonos migajas).
No sólo en materia triguera, que es lo urgente, sino también para los miles de productores de la Pampa Húmeda y en particular de las economías regionales, que requieren rápidamente ese fondo de reparación histórica. Porque más allá de los dichos, ese salvataje es tan necesario que sería, en muchos casos, prioritariamente para sostener las familias, pero también para sembrar, producir y hacer las cosas más básicas que los productores esperan.
Los chacareros esperan con urgencia poder recuperar su rentabilidad, que bajen los costos y se alivie la presión impositiva.
Los productores lo expresan con contundencia: es hora de volver a ser protagonistas. Y en este escenario, el conjunto de la dirigencia agropecuaria debe ponerse al frente de esta cruzada, y dejar claro lo que todo el sector está pidiendo, que será igual gobierne quien gobierne a partir de diciembre.
Sin resistencia no hay presente y se clausura el futuro. Luchemos por un presente mejor, y por un futuro de dignidad y esperanza.
Por Eduardo Buzzi. Productor agropecuario y ex presidente de Federación Agraria