El Ministerio de Agricultura pone en funcionamiento una nueva etapa del programa que impulsó el crecimiento de pequeños y medianos productores de todo el país durante dos décadas, con eje en el trabajo asociativo. Bajo la denominación “Cambio Rural II, Innovación e Inversión”, incorpora un seguimiento más exhaustivo y centrado en la evolución de cada productor y una serie de herramientas que darán soporte financiero, de gestión y comercialización a proyectos de inversión e innovación tecnológica, productiva y de organización.
Cambio Rural II será un brazo de ejecución de las políticas en las que trabajamos desde la secretaría y se llevará adelante complementariamente con el INTA y sus más de 350 agencias de extensión, que garantizan la llegada a todo el territorio nacional. En esta línea, priorizaremos temas clave como la bioindustrialización y el agregado de valor, el manejo del agua y sistemas de riego, la incorporación de las nuevas generaciones a la actividad y la ejecución de proyectos de inversión privada en articulación con el sector público.
En esta etapa del programa procuramos una mirada multifocal y no meramente productiva de las problemáticas y sus soluciones, para alcanzar otro impacto en el desarrollo del productor, su familia y las comunidades rurales. Las metas son ambiciosas: terminar 2014 con 1.200 grupos trabajando, unos 12.000 productores asistidos en la gestión integral de sus emprendimientos y llegar en 2015 a 2.000 grupos, que nucleen a 20.000 productores.
Buscamos mejorar el desarrollo y la calidad de vida de las comunidades y los territorios con al menos 600 nuevos puestos de trabajo vinculados a la industrialización de la ruralidad, la participación de 1.800 mujeres y 3.000 jóvenes y un aumento del 30% del empleo en blanco. Además, para fines de 2015 el objetivo es un fuerte incremento en la competitividad global de los establecimientos participantes y poner a funcionar más de 200 proyectos de valor agregado y de 50 consorcios de productores.
Una de las grandes fortalezas es trabajar sinérgicamente con los instrumentos de políticas públicas nacionales, provinciales y municipales, que muchas veces no son aprovechadas en todo su potencial por los productores. La Caja de Herramientas de Cambio Rural II pone a disposición mecanismos de articulación con otros programas para facilitar tanto el acceso al financiamiento como al asesoramiento y apoyo en temáticas comerciales o de gestión.
El programa también prioriza la sustentabilidad en la producción, por lo que promueve prácticas para el manejo adecuado de los recursos naturales y la preservación de los agroecosistemas y apunta a un 100% de los establecimientos agrícolo ganaderos con rotación de cultivos, un 50% con sistematización y sectorización de suelos y la totalidad de los productores con la aplicación de Buenas Prácticas de Manejo de agroquímicos.
Uno de los grandes cambios es el seguimiento del plan de mejoras propuesto por el productor, que permitirá abordar los problemas en las áreas productiva, económica, financiera, comercial, organizacional, ambiental y familiar y promoverá el desarrollo integral de las personas y comunidades involucradas.
La nueva etapa de Cambio Rural tiene un sentido estratégico de largo plazo, mucho más allá de 2015. Se trata de un programa del que toda la comunidad debe apropiarse porque no es otra cosa que una herramienta para articular políticas que el país necesita priorizar y sectores del mundo rural que se deben beneficiar.
Por Gabriel Delgado. Secretario de Agricultura de la Nación