“Opinar luego de que ocurran los eventos no aporta nada”, dijo Gabriel Delgado, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en la apertura del taller “El clima y la producción agropecuaria: perspectivas, acciones y recomendaciones para los próximos meses¨, que reunió a especialistas del INTA, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
El funcionario recalcó la necesidad de “pensar qué está pasando con el clima en esta campaña en todo el país –no solamente en la Pampa húmeda– y tratar de generar herramientas de prevención”. En esa línea, aclaró: “A veces son decisiones simples, prácticas que ayudan a mitigar una situación que de otra manera se tornaría difícil de llevar adelante”.
El encuentro dio espacio a un debate técnico que buscó brindar información oficial y herramientas concretas para que los productores puedan tomar mejores decisiones de manejo. A su vez, los equipos técnicos del INTA dieron a conocer recomendaciones de manejo agrícola y ganadero, para una campaña que tendría altos niveles de precipitaciones.
“Hay un 56 % de probabilidades de que se desarrolle un Niño en la primavera, aumentando esa tendencia a un 73 % en el verano”, afirmó Laura Aldeco, del SMN. De acuerdo con la especialista, “las primaveras de los años Niño suelen tener temperaturas altas en el Norte del país, frío en el Sur y excesos hídricos en el noreste”. Asimismo, agregó que “en los veranos Niño, los excesos hídricos suelen darse en el litoral y el centro del país tiene temperaturas más frías”.
En este contexto, el director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA, Pablo Mercuri, resaltó la importancia de transferir la información oficial, para ayudar en la toma de decisiones. “Tenemos la idea de continuar con este tipo de eventos durante la campaña y hacer un boletín oficial con información disponible para todos los interesados”.
Cuando los productores se enteran que un año será Niño, Niña o Neutro, “sólo el 23 % actúa en consecuencia” afirmó Carlos Di Bella, director del Instituto de Clima y Agua del INTA, quien reflexionó sobre “qué hacer con los datos que tenemos y con la variabilidad interestacional”. En este sentido, presentó el servicio de Herramientas Satelitales para el Seguimiento de la Producción Agropecuaria, como una herramienta para monitorear cultivos en distintas escalas de tiempo. “Utilizar información satelital provee de herramientas para decidir, por ejemplo, esquemas de rotación y fechas de siembra”, indicó Di Bella y resaltó los beneficios económicos que conlleva tener información del clima.
Recomendaciones
Los especialistas Fernando Mousegne –del INTA San Antonio de Areco– y Sebastián Maresca –del INTA Cuenca del Salado– participaron de un panel sobre recomendaciones para la producción tanto en agricultura como en ganadería.
En el caso de trigo y cebada, sugirieron realizar monitoreos permanentes de la incidencia y severidad de enfermedades, así como controles tempranos de enfermedades y cosecha y siembra inmediata con cultivos de segunda. Para maíz y soja, Mousegne aconsejó barbechos tempranos y limpios, elección del híbrido, fechas tempranas de siembra, control de malezas con productos residuales y señaló que la fertilización en períodos de humedad tiene mayor respuesta.
También destacó la importancia de considerar niveles de profundidad de las napas freáticas, evitar siembras en lotes o sectores anegables, evitar labores verticales para el borrado de “huellas” de cosecha anterior y adecuar condiciones de almacenado. Concluyó que “en un año Niño, la soja y el maíz tienen índices más altos de rendimiento que en los años Niña o Neutro”.
Por su parte, Maresca dio recomendaciones para la ganadería luego de mostrar un diagnóstico de la situación en el país. “La Argentina está en una leve recuperación de stock, con 52 millones de cabezas”, consideró, al tiempo que advirtió la necesidad de lograr buenos índices de preñez. Además, señaló medidas de manejo para zonas con exceso hídrico, enfocadas en la prevención de enfermedades como hipomagnesemia, hipocuprosis, leptospirosis, diarrea neonatal y parasitosis.
En cuanto al manejo reproductivo, Maresca recomendó monitorear el estado corporal en situación crítica y diagnóstico de anestros posparto mediante palpación o ecografía.