Como Empresario de Transporte de Cargas casi no pude creer cuando leía el absurdo comunicado de prensa de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) en referencia al Decreto 574/2014 firmado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través del cual se aprueba para el futuro y luego que se reglamente, la circulación en determinados corredores viales de vehículos de hasta 30 metros de largo, con hasta nueve ejes y hasta 75 toneladas brutas transportadas.
Los motivos esgrimidos son tan absurdos como torpes y sólo pretenden enlodar un proyecto del que estoy completamente a favor y que representa un verdadero avance en materia de transporte de cargas en el país en los últimos 20 años. No puedo creer cómo la dirigencia empresaria es tan miope y reticente al cambio y que en lugar de ponerse a trabajar de inmediato junto al Ministerio de Industria y la Secretaría de Transporte para que el proyecto se convierta en una real modernización, que sea flexible, adaptable para los distintos tipos de productos y trayectos y que perdure por muchos años, denoste la iniciativa, que por cierto debería haber partido de dicha Federación.
Desde hace más de diez años, dentro y fuera de la Federación propicio este tipo de equipos que se utilizan con éxito en Australia, Canadá, Estados Unidos, Sudáfrica y desde hace casi diez años en Brasil.
La Presidenta nos da una oportunidad única de modernizar todo nuestro sistema de transporte y aprovechar la tecnología disponible un materia de unidades tractoras que hoy cuentan con más de 520 CV y que hasta ahora eran desaprovechados por falta de una legislación contemplativa de esos avances.
No se debe creer que el cambio será de un día para el otro ni tampoco que este esquema sirve para todo tipo de productos. Pero para un país que pretende llegar a las 150 millones de toneladas anuales de cosecha es imperativo modernizar su sistema de transporte. Y no sólo para mover las cosechas sino para cualquier producto que demande grandes volúmenes o pesos y sobre los cuales el costo del flete tiene gran incidencia.
Son muchas las ventajas que se pueden encontrar en este tipo de configuraciones y que no producen como afirman desde la Federación la rotura de las calzadas ya que el peso por eje es el mismo que se transporta hoy en día, nada más que con más ejes es posible transportar más toneladas.
Al mismo tiempo se produce un ahorro de combustible por tonelada transportada, lo que redunda en menos contaminación ambiental y en menos consumo de un recurso no renovable que como hoy se importa en parte, demandaría menos reservas destinadas a tal uso.
Más toneladas por equipo disminuye la cantidad de equipos en las rutas y por lo tanto aumenta la seguridad vial por la menor congestión de tránsito.
Finalmente todo redundaría en ahorro en los costos de fletes que según estudios podría estar entre el 20% y hasta un 30% de disminución, según el producto.
Reconvertir parte de la flota de camiones del país y adaptarla a las necesidades de la producción industrial, minera y agrícola es algo que con decisión de los sectores involucrados podría lograrse en el término de tres a cinco años, más aún si se cuenta como sugiere la decisión Presidencial, con el apoyo del Estado que seguramente a través de líneas de crédito blandas promoverá el recambio tecnológico. Pero lo que puedo apreciar hasta ahora y que proviene del seno mismo de la dirigencia empresarial no es nada alentador.
Espero que la sensatez dé lugar al cambio de posición, pensando en el futuro del país y en si queremos una actividad grande, moderna y eficiente, pues un país grande ya lo tenemos.
Francisco José Wipplinger, presidente de F.J.W. S.A.T., ex presidente de la CEMAC de Misiones, ex Presidente de ATACI, y cofundador de FADEEAC.