Dije en mi editorial anterior:
“La política de ganados y carne sostenida por el Ejecutivo Nacional en el último año y medio, concentrada en sostener en el tiempo un tipo de cambio no competitivo para nuestro sector con el objetivo de disminuir las exportaciones para volcar al consumo interno la casi totalidad de la carne producida, va camino a generar los mismos problemas que ya se provocaron con la cadena triguera. De continuarse en el tiempo, nos encontraremos primero con una nueva liquidación de stocks y luego con el desabastecimiento interno y fuerte caída del consumo, como ya ocurrió en 2010”.
“El sostenimiento de esta política antiganadera pone de manifiesto la falta de conocimiento que tienen los funcionarios responsables sobre el sector agropecuario y las cadenas de comercialización cárnicas, dado que al deprimir intencionalmente el precio del ganado bovino, impiden el desarrollo de las cadenas avícola y porcina, generando gravísimas pérdidas económicas y en ocupación de mano de obra.”
“Para decirlo de otra manera: deprimir artificialmente el precio de la carne vacuna no sólo perjudica al sector bovino, sino que también impide el desarrollo de la avicultura y de la porcicultura. Esto tiene un agravante y es que cuando el precio de la carne vacuna vuelva a aumentar de manera desproporcionada, los productores de las carnes sustitutas no estarán en condiciones de abastecer el aumento brusco de la demanda que el aumento del precio de la carne vacuna generará para sus productos, recalentando también los precios de los productos sustitutos.”
Lo dicho en los párrafos precedentes tiene la misma validez del mes pasado, con el agravante de que cada nuevo mes en el que se sostiene la actual política debilita un poco más a cada uno de los eslabones de la cadena de ganados y carnes preanunciando una nueva crisis sectorial, la que juntamente con la nueva liquidación ganadera generará nuevos cierres de fábricas y despidos de personal.
En junio la industria frigorífica cárnica mantuvo su nivel de actividad, con una faena de alrededor de un millón de cabezas, tal como se viene observando desde julio del año pasado. En términos absolutos, se faenaron casi 133 mil cabezas más que en junio de 2012. Y el crecimiento de la faena siguió explicado por la creciente participación de las hembras. Ya se cumplieron quince meses consecutivos en los cuales la expansión de la actividad sectorial estuvo explicada básicamente por el mayor crecimiento relativo de la faena de hembras.
La participación de las hembras en la faena total se ubicó en 42,5% el mes pasado y registró un alza de un punto porcentual en términos interanuales. Con esto, ya se cumplieron ocho meses consecutivos de la finalización del proceso de retención de vientres/recomposición de existencias que se inició en la primavera de 2009. Pero, hasta el momento no se puede afirmar que el ciclo ganadero haya ingresado nuevamente en una fase de liquidación de existencias. Sin embargo, la caída del precio del kg vivo de ternero de la presente campaña y la falta de interés de los productores en la compra de vaquillonas entoradas o para entorar, lleva a pensar que una nueva etapa de liquidación está por comenzar.
En el primer semestre de 2013 el mercado interno absorbió 93,1% de la producción total de carne vacuna. Tal como se destacó en Informes previos, solamente en 2001 el mercado interno tuvo una importancia relativa apenas mayor (0,8 puntos porcentuales más alta). Lo que varió fue el factor explicativo. En aquella ocasión se registró un cierre masivo de mercados externos, producto de un brote muy amplio de fiebre aftosa en nuestro país. En esta ocasión fue como consecuencia de las políticas macroeconómicas y sectoriales que viene implementando el gobierno argentino tal como lo dijéramos en Informes anteriores.
El consumo de carne vacuna por habitante, promedio móvil de 12 meses, se ubicó en 61,1 kg/año en el sexto mes del corriente año, acumulando un crecimiento de 7,7% anual. Y con respecto al máximo relativo verificado en 2009, la retracción se mantuvo en 12,9% (ver gráfico en pág. Nº 12).
En mayo de 2013 las exportaciones de carne vacuna totalizaron 11.234 toneladas peso producto (tn pp) y se ubicaron 14,5% por encima de las certificadas en el quinto mes de 2012. Al medirlas en toneladas res con hueso, las exportaciones ascendieron a 16.785,2, resultando 15,2% mayores a las verificadas en mayo del año pasado.
Del total de los embarques de estos cortes, 30% se exportó a Chile, destino al cual los envíos mostraron una tasa de crecimiento de 10,6% anual. Luego se ubicaron Israel con 20,2% (-15,8% anual) y Rusia con 18,8% (0,6% anual). En cuarto y quinto lugar se mantuvieron dos destinos nuevos, China (6,0%; 2.460 tn pp) y Marruecos (5,2%; 2.121 tn pp). A continuación se ubicaron Brasil (4,7%) y Alemania (4,4%), destinos que redujeron sus compras 34,2% y 33,0% anual, respectivamente.
Por Miguel Schiariti. Presidente de CICCRA