Es posible perfeccionar lo malo, lo inviable, lo perjudicial para todos, sobre todo para aquellos que instalaron en la población el riesgo alimentario y la responsabilidad de los funcionarios de mantener abastecida la mesa de los argentinos. Todo esto en un país que produce 10 veces más alimentos que lo que necesitamos para alimentarnos. Nos equivocamos desde el principio.
Sin embargo en el 2.066 el difunto ex presidente Kichner “un loco” como lo llama su esposa y actual Presidente, y que comparto ampliamente, se empeñó en instalar conceptos erróneos, que llegado el conflicto del 2.008 se afirmaron y se transformaron para los legos y expertos interesados en que estas mentiras sigan transformándose en verdades de tanto repetirlas. El tan repetido; “miente, miente que algo quedará” resultó efectivo.
Así velando por la mesa de los argentinos destrozamos la ganadería, y hoy tenemos carne cara y escasa con un consumo interno por el piso, y frigoríficos suspendiendo personal. Tenemos trigo excedente que no podemos exportar y debemos vender a la industria molinera con quitas de casi un 50% del precio teórico, avalado por un supersecretario patotero y maleducado pero con buenas intenciones según la Presidente. Este funcionario no nos deja vender al FAS teórico porque no otorga ROES Pre ROES, o simplemente porque no se le canta (artilugio aprobado por la filosofía gobernante).
Algo parecido ocurre con el maíz, donde los productores nos hacemos cargo del 20% de las retenciones fijadas por la Afip Aduana, más otro 25-30% fijada por el supersecretario ya mencionado. Y que pase el que sigue, el algodón, y pronto se irán incorporando nuevos productos, salvo la “Santa Soja”, porque ella es como el petróleo para un emirato árabe: fuente intocable de divisas.
Mientras tanto desde la Unión Industrial, su Presidente De Mendiguren, nos pide que no reflotemos la antinomia campo industria. Y es lógico su pedido, sólo me pregunto qué recomendaciones nos daría si la industria debiera comprar los productos primarios a precio lleno y vender sus manufacturas con fuertes retenciones. ¿Qué pasaría con dicha antinomia?.
Pero no todo está perdido, una propuesta de AFA y FAA, que por más que quieran diferenciarse tiene un parentesco muy cercano para disimularlo, propone que un 40% del trigo y maíz se lo vendamos a la industria a precio Fas menos retenciones, menos factor Moreno, y el 60% restante podamos exportarlo. Vuelven a caer en el mismo error que cometieron en enero, el trigo tiene muy diversas calidades y de acuerdo a las mismas se ofertaba a los compradores adecuados. Ahora con este proyecto, los molinos comprarán lo que les toque y no lo que necesiten. Además convalidan este perverso modelo.
Sólo encuentro algo positivo en este proyecto y es que AFA y FAA se podrán congraciar un poco más con el Ministro Domínguez, mientras se alejan de los intereses de los productores. No comparto la teoría del mal menor, es como suponer que se hace un gran esfuerzo para que el Titánic no se hunda a 4.000 metros, lo haga sólo a 2.000. ¿Acaso no nos ahogaríamos igual?
* Productor agropecuario