Este tema no debe confundirse con las retenciones. Los ROEs son la herramienta que el Gobierno nacional está usando para frenar la exportación de nuestros productos agropecuarios que el mundo está demandando a precios récord.
Por diversos mecanismos estas restricciones del Gobierno deprimen enormemente los precios de los productos agropecuarios. Sin entrar en mucho detalle, por esta política oficial, los productores entrerrianos perderán la friolera de más de 90 millones de dólares por sus ventas de trigo y de maíz que irán, en gran parte, a los bolsillos de molinos y exportadores. ¡Es más lo que se lleva “extra” del precio del maíz un exportador que lo que cuesta arrendar la tierra en Entre Ríos! Tengamos en cuenta que, además, los productores entrerrianos ya dejan de percibir más de 120 millones de dólares por retenciones.
Otros resultados de todo esto es que en Entre Ríos se siembra la mitad del maíz y del trigo que podríamos sembrar, el stock ganadero cayó brutalmente en cinco años y la carne y el pan tienen los precios más caros para los consumidores que hayan tenido en la historia.
En resumen, de aprobarse finalmente este proyecto de ley de la Coalición Cívica, los productores entrerrianos recuperarán más de 90 millones de dólares por año, habrá mucho más maíz y trigo sembrado en la provincia y los precios al consumidor de los alimentos vinculados irán bajando gradualmente. Esta solución es posible, tiene el apoyo de la mayoría de la oposición y es lo que los productores quieren.
Las falsas soluciones. Algunos sectores políticos y de la producción intentan soluciones que en vez de simplificar, complican más los mercados. Ya se reunieron hace dos años algunos dirigentes de la Federación Agraria de Entre Ríos con el gobernador Sergio Urribarri para que hubiera “contratos especiales” manejados por Guillermo Moreno para el trigo entrerriano. Fue un rotundo fracaso.
Un año después aprobaron la iniciativa del Gobierno de hacer una devolución a los pequeños productores, sólo 1.300 productores en todo el país recibieron algún reintegro luego de llenar papeles y papeles certificados por escribano, y más de 7.000 productores que llenaron las mismas planillas no recibieron nada.
Este año, mientras los productores estaban de paro de comercialización reclamando por este tema, negociaron con el ministro Julián Domínguez un acuerdo especial para que una única cooperativa, Agricultores Federados Argentinos (AFA), tuviera condiciones especiales de comercialización.
Ahora el diputado socialista entrerriano Lisandro Viale no acompañó el proyecto para eliminar los ROEs argumentando que no lo haría si no había una Junta de Granos a cambio.
Mirar para el futuro. Buscar los arreglos arbitrarios y los favoritismos del capitalismo de amigos es de patas cortas, y ha demostrado ser un rotundo fracaso. La propuesta del socialismo de crear una Junta como la que creó el régimen conservador del ’30 es regresiva, más aún cuando aceptando el sistema de ROEs de Moreno, avalan que la exportación sea cada vez más concentrada y que se lleve 55 dólares por tonelada de trigo y de maíz del bolsillo de los productores.
En un mundo globalizado no podemos seguir con las propuestas que se aplicaban en el ’30 antes de la Segunda Guerra.
Los productores entrerrianos quieren comercializar sus productos sin que los cuiden ni las burocracias corporativas ni las de funcionarios. Los productores entrerrianos son competitivos y no necesitan subsidios ni negociaciones arbitrarias, sólo quieren que no les roben 90 millones de dólares más, además de las retenciones.
La propuesta de la Coalición Cívica es “dejar en paz al campo”. Eliminar los ROEs, normalizar las exportaciones, llevar las retenciones a cero en todos los productos ya y en soja en cuatro años, que los productores expresen todo su potencial de producción y no tengan que llenar planillas para tratar de vender sus productos.
Sabemos que los productores entrerrianos van a acompañar la propuesta de la Coalición Cívica. Los productores entrerrianos saben quienes hemos cumplido en llevar a proyectos de ley las propuestas que hacíamos en las asambleas de 2008.
