Como el león joven que desafía el liderazgo de los mayores, en las tierras donde manda El Tejar una nueva organización está empujando por hacerse de un lugar.
Se trata de la firma Manolo Gaucho SA, de Saladillo (Bs.As.), un emprendimiento de cuatro hermanos agropecuarios, que buscan crecer sobre la base de la agricultura de contratos.
Se trata de Valeria (40), María de los Ángeles (45), Alberto (51) y Gonzalo Villegas (50), cuyo tatarabuelo se estableció en los pagos de Saladillo en 1875, con la estancia Siete de Diciembre.
Esta quinta generación es la continuación de ese negocio, con un giro hacia el modelo de El Tejar o Los Grobo, que desdobla la tenencia de campos del riesgo de la producción.
Como productores pertenecen al liderazgo tecnológico, ya que han formado parte del grupo Crea Roque Pérez /Saladillo y son tomadores de la innovación agronómica, cosa que han puesto en práctica como pioneros de la siembra directa en los 90 y de la agricultura por ambientes en la actualidad.
Con su sede en la ciudad de Saladillo, la empresa siembra unas 10.000 hectáreas entre ese partido y los vecinos de Alvear y 25 de Mayo.
El comando de la empresa lo tiene Gonzalo Villegas, un ingeniero agrónomo con casi 30 años de experiencia en la producción, director de la Sociedad Rural Argentina, consultor Crea entre 1983 y 1993, y miembro del Consejo de Administración de El Tejar.
A principios de los 90, Gonzalo se puso al hombro la administración del campo familiar, en un momento donde el manejo estaba mutando de la labranza convencional a la siembra directa, y en la región predominaba el negocio ganadero.
Su gestión logró que la empresa saliera del círculo del endeudamiento y la falta de rentabilidad, y el negocio adquiriera dinámica. Uno de los cambios fue la intensificación de la agricultura, el incremento de la ganadería, pero en menor superficie, y una aproximación al manejo por ambientes.
Hacia 2005, se decidió continuar el negocio de Siete de Diciembre SA bajo otro formato, que es el actual Manolo Gaucho SA, cuyo nombre viene del petiso con el que aprendieron a cabalgar los hermanos Gonzalo y Alberto.
Hoy, el modelo de negocios de la empresa se topa con la alta competencia que hay en la región donde operan grupos de siembra como El Tejar o Los Yaros Agropecuaria, esta última de Javier Sundblad, y que siembra 30.000 hectáreas en la región.
Por otra parte, Manolo Gaucho se mantiene en el eslabón de la producción primaria. Excepto los estratégicos equipos de siembra, el resto de los trabajos los realiza con contratistas y no ha avanzado hasta ahora en la fase de la comercialización o el agregado de valor.
En este sentido mantiene una relación de cooperación con el sistema comercial, con empresas como Cargill, Los Grobo, La Bragadense o Bayá Casal, que al mismo tiempo funcionan como proveedores de insumos.
En tanto, mantienen una pata en el negocio ganadero haciendo ciclo completo, pero jugando fuerte en la genética como criadores de la raza Limangus. En este último rubro han ganado premios en los concursos ganaderos de Palermo, entre otros.
La participación en la asociación de la raza Proliar, les permite que los novillos formen parte del cupo de Cuota Hilton para productores, que el Gobierno adjudicó a esa asociación.