Toda la Cadena Agroindustrial, por acción u omisión, ha contribuido a crear las condiciones para que el gobierno siga avanzando con más intervenciones en la producción y el comercio agropecuario, generando una gran preocupación ante la posibilidad que lo termine estatizando, si ganara en octubre.
¿Porque hemos llegado a la actual situación de intervención del gobierno? Así como no fue capaz el Complejo Agroindustrial de rechazar en conjunto la prohibición de exportar carne, que fue el primer avance discrecional de intervención de este gobierno contra el campo y el interior, le va a suceder lo mismo a los argentinos con los ataques actuales a la libertad de expresión, si no hay una reacción de toda las dirigencia en general, para detener esa actitud antirrepublicana del gobierno.
Especialmente los dirigentes de la Comisión de Enlace, son los principales responsables de la gran incertidumbre que tiene el productor y los políticos, por la falta de una posición por mayoría, sobre el sistema que necesita el productor para producir, comercializar y exportar mayores volúmenes de producción. Por la estrategia de mantenerse unidos, no han podido formalizar públicamente, que la mayoría de los productores quieren trabajar y comercializar con la orientación del mercado en libertad, con dignidad y con el respeto a su propiedad privada.
Tampoco los pequeños productores quieren subsidios y retenciones segmentadas porque terminan siendo el pato de la boda con dichas políticas. Simultáneamente es necesaria y oportuna una definición formal de los dirigentes en conjunto sobre un tema fundamental como es la agricultura familiar, que tiene que tener un tratamiento especial y por separado, sin castigar la capacidad emprendedora de los otros productores que pueden producir sin la ayuda del estado. La acción geopolítica de la emigración no es solo responsabilidad del sector agropecuario.
Desde que se implantaron los derechos de exportación, se vienen implementando políticas distorsivas para producir y comercializar los productos agropecuarios, que terminaron desconociendo reglas universales del comercio y destruyeron las instituciones de fijación de precios del sector, haciéndoles perder la transparencia de los mismos. Los miembros de la cadena agroindustrial terminaron enfrentándose entre ellos, en lugar de hacer un frente común a un gobierno discrecional, único responsable de este mamarracho economico y de alto costo social.
Se trabajo siempre sobre los efectos y no sobre las causas del problema. La mayor intervención del estado, la mayor presión impositiva sobre el resultado bruto de la empresa por medio de los derechos de exportación y el desanimo generado por la falta de previsibilidad en la mayor parte, han provocado el freno a la producción que hoy estamos lamentando ese faltante, porque hubiera hecho sostenible el actual crecimiento de la economía para frenar la inflación.
¿Se están preguntando los productores en el actual contexto electoral qué significaría profundizar el modelo, antes de invertir en este nuevo ciclo 2011-2012? ¿Cómo va a ser el sistema de comercialización a partir del diciembre del 2011 es la principal incógnita? ¿No puede el oficialismo y la oposición fijar las reglas que van a regir la comercialización de la próxima cosecha? ¿No asumieron que en vez de 100 millones de TT podríamos estar produciendo 120 o 130 millones, que a valores de hoy serian 12 mil a 14 mil millones de dólares más?
¿Qué van hacer nuestros dirigentes en un año electoral? ¿Van a seguir con propuestas individuales aportando a una mayor desorientación de los partidos políticos sobres las políticas que necesita el sector? ¿Cuál es la estrategia de trabajar de esa forma mientras en el mundo trabajan unidos para potenciar las capacidades públicas y privadas? ¿No vienen de recorrer Brasil en donde pudieron analizar como hicieron para crecer y desarrollarse, convirtiéndose en la 5º potencia mundial y teniendo como sector estratégico a la agroindustria?
La respuesta a estas preguntas los productores la esperan de sus dirigentes, de los políticos y del gobierno en un año electoral, para poder aumentar las inversiones y las producciones que necesita el país.
Los partidos de izquierda modernos y progresistas que gobiernan en el mundo, no discuten que sistema economico aplican para poder crecer y desarrollarse. Se integraron definitivamente al sistema capitalista orientados por el mercado para poder generar mayor riqueza en base a la inversión, al trabajo, la producción y la exportación. Definieron en conjunto –oficialismo y oposición – las políticas de estado necesarias para un crecimiento y desarrollo sostenido y las respetan a través del tiempo.
Lo único que diferencia a un partido de centro derecha o de centro izquierda, es el sesgo social que le da a la distribución los ingresos del estado. Ninguno empieza de nuevo. Ninguno tampoco ataca al sector más eficiente y competitivo como es el Complejo Agroindustrial Argentino.
Nadie debería tropezar dos veces con la misma piedra. Por eso tengo la esperanza que el gobierno no avance en la estatización del comercio agropecuario y empiece a liberar todas las trabas que existen para la comercialización de la cosecha 2011-2012. Sería la forma de que el sector pueda captar los altos precios actuales por el funcionamiento a pleno de los mercados a futuro y el gobierno pueda contar con mayores ingresos externos, sin mayores inversiones del estado, para poder atender los problemas sociales que no admiten postergación.
* Consultor Agropecuario
