Continuando con el repaso de las grandes traders cerealeras, es el turno ahora de actualizar la data de Louis Dreyfus Commodities (LDC), una compañía de mediados del siglo XIX, originaria de Francia, que es la comercializadora global número uno de arroz y algodón, número dos en caña de azúcar y bioetanol, y entre tercera y quinta en el resto de los commodities agrícolas.
Hay que decir que LDC es parte de Louis Dreyfus SAS, la compañía madre, que además de commodities opera en energía, inmuebles y distribución eléctrica.
Veamos primero cómo está en la Argentina el brazo local de LDC.
En 2010 se ubicó cuarta en la exportación de granos, detrás del tándem ADM/Toepfer, Cargill y Bunge, con un share que rondó el 11 por ciento.
Ranqueó exactamente igual en materia de subproductos y aceites vegetales, donde reinan los obtenidos de la soja, con una participación de 11%, aunque en este caso tiene a Aceitera General Deheza por delante, ocupando el tercer puesto.
En total, durante el año pasado, LDC embarcó desde la Argentina 8,26 millones de toneladas, de las cuales el 52% fueron granos.
A nivel global, la compañía maneja once plataformas de negocios: cinco de Proteínas (que involucra a cereales, oleaginosas, arroz, logística y finanzas), cuatro de Tropicales (café, algodón, caña de azúcar y jugos) y dos de Otros (metales y otros, donde aparece por ejemplo la leche, un negocio que gana terreno en nuestro país).
Como en el caso de Bunge, también aquí un argentino participa del board global. Se trata de Ciro Echesortu, presidente de LD Commodities y jefe operativo de la oficina comercial global de la compañía.
En la Argentina, LDC posee importantes activos. Tal vez el más conocido sea la planta de molienda de soja en Gral. Lagos, al sur de Rosario, inaugurada en 1992 y que es una de las más grandes y eficientes del mundo. De hecho suele ser destino de las visitas internacionales que quieren conocer la fortaleza de la industria aceitera local.
En 2006, la compañía comenzó a operar su segunda planta y puerto, esta vez al norte de la ciudad de Rosario, más precisamente en Timbúes.
Entre las dos locaciones posee capacidad para moler 20.000 toneladas de soja por día, que podría expandirse a 28.000 ya que está previsto montar una segunda línea de 8.000 toneladas por día en Timbúes.
Dentro del complejo de Gral. Lagos, la compañía montó una planta de producción de biodiésel con capacidad para 305.000 toneladas anuales, según registra la Secretaría de la Nación. La producción se orienta hacia la exportación, dado que para el corte interno con gasoil, LDC Argentina SA sólo provee unas 45.000 toneladas.
A futuro, la compañía tiene previsto montar un polo aceitero en la zona de Cangrejales, en el puerto de Bahía Blanca, proyecto que fue presentado en 2009.
Apunta a moler soja y girasol, tener almacenaje, elevadores y puerto de carga y descarga, así como una planta de biodiésel con capacidad para 250.000 toneladas anuales.
En lo que hace a la logística de originación, la compañía tiene una red de acopios aunque de un peso relativo en relación a su capacidad de originación. Sus plantas se encuentran ubicadas en Sara, América y Pergamino.
La cabeza de LDC para América Latina Sur (Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Perú) es Silvia Taurozzi, una ingeniera industrial egresada del Itba, que se unió a la compañía en 1989 y que detenta el pergamino de ser la primera mujer en dirigir una cerealera en la Argentina. Además dirige el negocio de oleaginosas en todo el mundo.
En nuestro país, la empresa también participa del negocio de la leche en polvo, comprando la materia prima e industrializándola, con una participación del 2% en el mercado interno y 10% en la exportación.
También en nuestro país, una de las últimas novedades fue el ingreso de LDC en el negocio de las semillas de soja. Ahí, la compañía tiene un portfolio de cuatro cultivares (del grupo 4.2 a 6.2), licenciados por un prestigioso semillero de origen nacional.
En el ejercicio 2009, las ventas de LDC Argentina SA habrían trepado a los $6.000 millones, con ganancias por $128 millones.
Para dar una dimensión de la magnitud del negocio en este país, se puede señalar el apalancamiento que tiene en el circuito bancario, vinculado a la compra de los granos.
El informe del Banco Central (BCRA) señala que a noviembre de 2010 los fondos tomados trepaban a $972 millones, donde el Banco Nación (20%), el Macro (16%), el Santander Río (10%) y el HSBC (10%) eran los principales aportantes.
El otro polo fuerte de crecimiento en activos de LDC está en Brasil, donde la compañía posee cuatro plantas de molienda oleaginosa, puertos en los estados de San Pablo y Paraná, y terminal en el de Goiás, y una red de 30 plantas de acopio.
Un párrafo aparte merece la inversión de LDC en caña de azúcar y etanol, que tiene su base en la principal economía del Mercosur. La empresa posee 330.000 hectáreas de plantaciones de caña, trece ingenios con capacidad para moler 40 Mt anuales, que se derivan en 2,8 Mt de producción de azúcar, y 1,5 millón de metros cúbicos de etanol. Esto convierte a la compañía en la segunda azucarera mundial.