La calidad de los inoculantes se ha transformado sin dudas en un parámetro de gran valor para el productor agropecuario, por ser un componente decisivo en el éxito de la inoculación.
Una de las herramientas con las que cuenta el usuario de este tipo de productos biológicos es la posibilidad de realizar un análisis del número de bacterias por ml que posee el inoculante, con lo cual podrá determinar si el mismo cumple con la normativa establecida por SENASA y con lo declarado en el marbete.
Podría ocurrir que si este control de calidad no es realizado con la metodología apropiada, los resultados no sean los esperados, generando confusión en lugar de despejar dudas.
Con el fin de unificar procedimientos, en el año 2005 se integró la REDCAI (Red de Control de Calidad de Inoculantes) con microbiólogos de universidades, INTA Castelar y algunas firmas elaboradoras de inoculantes, la cual funciona en el marco de la Asociación Argentina de Microbiología. Su objetivo principal fue establecer una metodología consensuada entre todos estos laboratorios, que resultara reproducible y confiable. Incluye recomendaciones en cuanto al medio de cultivo a utilizar (ya que esto puede hacer variar considerablemente los resultados obtenidos) y pautas para la determinación de contaminantes en estos productos.
En nuestra opinión, sería recomendable que en el caso que un productor decida realizar un control de calidad a determinado inoculante, lo haga con laboratorios que formen parte de esta red, para asegurar que el mismo es llevado a cabo con la metodología adecuada, y según las instrucciones estipuladas por la REDCAI.
* El autor es ingeniero agrónomo y especialista de Nitrasoil
Especial para Infocampo.com.ar