Entre estas prácticas de manejo, el destete hiperprecoz permite restringir el período de lactancias en sistemas de cría y tambos. De esta manera, se obtiene un ternero con un mayor desarrollo ruminal, que al momento de pasar a pasturas o feedlot tendrá una respuesta productiva más alta.
Pero las ventajas no son sólo para el ternero. La madre, al no tener una lactancia extensa, levanta su estado corporal durante todo el año y aumenta su índice de preñez.
El sistema de destete hiperprecoz Ruter, desarrollado por la división Nutrición Animal de ACA, es un madurador anticipado del rumen, que posibilita el destete del ternero en un período de 30 a 45 días. Permite una adaptación más fácil al ternero, y en complemento con buena s pasturas, el bovino responde con elevados índices de conversión.
En las 167 ha del campo experimental de ACA, ubicado en San Nicolás (Bs. As.), los ensayos con el sistema Ruter cerraron su cuarto año con una producción de carne de 450 kg/ha, entre cría e invernada, con una carga de 4-5 vacas/ha.
En diálogo con Infocampo, el Ing. Agr. Alejandro Lis, de la división Nutrición Animal de ACA, explicó que, para 2012, el objetivo será incrementar esta cifra en 800 kg/ha, con una carga de 5-6 vacas.
Según detalló el profesional, el manejo de este rodeo, que alcanzó los 450 kg/ha, se apoyó en un esquema de inseminación artificial a tiempo fijo, y luego se efectuó un repaso con toros, en un servicio de 60 días.
Los terneros se destetaron en un período de 30 a 45 días y recibieron suplementación de 1 kg de ración en las pasturas hasta alcanzar un peso de 100 kilos. ‘A partir de ese momento, se manejaron únicamente con pasturas’, afirmó.
La curva de ganancia de peso en los terneros se ubicó sobre los 750/800 g/día. Los primeros ensayos en San Nicolás se realizaron con una carga de 2 vacas/ha, y se alcanzó una producción final de 225 kilos/ha.En una segunda etapa, y con una carga de 3-4 vacas/ha, sobre pasturas sin suplementación, se obtuvo una producción de 342 kg/ha de carne, incluida la cría. Este predio cuenta con un corral de adaptación, un feedlot Holando y dos naves lactantes, que tienen una capacidad de 45 terneros por nave.El establecimiento está parcelado en 45 lotes, para que el animal permanezca en forma continua en pasturas. En el campo experimental, el trabajo se realiza sobre pasturas con genética neocelandesa, y pasturas italianas y australianas.
Para elevar la productividad, se buscan las pasturas más adecuadas para terneros de 50 a 70 días de vida.
El mejor desarrollo ruminal que otorga el sistema permite una mejor producción. En terneros de dos meses y medio de edad, en pasturas, pueden alcanzar una ganancia de peso de 800-900 g/día, superior a la que registrarían al pie de la madre.
Mediante el sistema tradicional, una vaca puede concebir entre tres y cuatro terneros durante toda su vida. La incorporación de este sistema permite elevar esta cifra hasta seis. ‘Apuntamos a nueve y diez. De esta manera, el período para amortizar el animal es mucho mayor’, destacó.
A la hora de evaluar el alcance económico de este sistema, Lis explicó que un ciclo completo, con una producción por encima de los 600 kg/ha de carne sin suplementaciones, puede competir a una soja en zona núcleo.
“Con esta cifra, que es nuestro objetivo para el próximo período, se puede competir mano a mano con una soja de 25 a 30 qq/ha”, sostuvo.
Un punto clave en este planteo es el manejo del nivel de nutrientes en el suelo. Antes de los primeros ensayos en destete hiperprecoz, el campo experimental de San Nicolás tenía una historia agrícola de casi 90 años.
Al comienzo, la disponibilidad de fósforo en suelo era baja. “Comenzamos con 6 PPM de fósforo, y 1,7 de materia orgánica. Luego de ser fertilizado durante los primeros tres años, en la actualidad pasamos a 19 ppm de fósforo y 2,6 de MO”, destacó.
Además del aumento en productividad ganadera, la intención es alcanzar, en el período 2010-2012, las 25 PPM en nutrientes y 3,2 en MO.
Para el tambo, también. El sistema será ensayado en vacas de tambo. En este proyecto se criarán 125 terneras, la mitad de manera tradicional y el resto con Ruter.
En los próximos cinco años, se evaluarán en forma constante variables como crecimiento, ganancia de peso, edad al primer parto, y producción de la primera, segunda y tercera lactancia terminadas, entre otras. ‘Un porcentaje de estos animales estará en distintos campos, para poder evaluarlos en diferentes sistemas’, explicó.
De estos terneros, ocho permanecerán en el campo experimental de ACA, la mitad serán criados en forma tradicional, y el resto con Ruter.
En la actualidad se están criando estos terneros. ‘En esta fase, se buscarán las diferencias de desarrollo ruminal y visualizar su impacto en la producción’, destacó.Además de estos parámetros productivos, en este ensayo también se evaluará, por primera vez, la emisión de metano, para registrar cuáles son los efectos que presenta este desarrollo del rumen sobre estas producciones. Las mediciones se llevarán a cabo mediante un convenio entre ACA y el Inta Castelar.
Andrés Lobato
(nota publicada en la edición de hoy del Semanario Infocampo)