El director general de la FAO, Jacques Diouf, solicitó hoy a los líderes de las naciones centrales una suma de 30.000 M/u$s anuales para lograr la plena seguridad alimentaria en el mundo y señaló que en los países más ricos en 2006 se desperdició comida por valor de 100.000 M/u$s y que el consumo excesivo por parte de los obesos representó en ese año una suma del orden de 20.000 M/u$s.
‘¿Cómo explicamos a personas con sentido común y buena fe que no es posible encontrar 30.000 millones de dólares al año que permitan a 862 millones de personas hambrientas disfrutar del más elemental de los derechos humanos: el derecho a la alimentación, y por tanto el derecho a la vida?’, se preguntó Diouf.
‘Son recursos de esta magnitud ‘añadió’ los que permitirán enterrar de forma definitiva el espectro de los conflictos por los alimentos que se anuncian inminentes en el horizonte’, añadió el director general de la FAO durante la aperura de la Cumbre sobre la Seguridad Alimentaria Mundial que el organismo llevará a cabo entre el 3 y el 5 de junio.
‘La solución estructural al problema de la seguridad alimentaria en el mundo estriba en incrementar la producción y la productividad en los países de bajos ingresos y déficit alimentario’, aseguró Diouf. Esto requiere ‘soluciones innovadoras e imaginativas’ que incluyan ‘acuerdos de asociación entre países que tienen recursos financieros, capacidad de gestión y tecnología, y países que tienen tierra, agua y recursos humanos’, agregó.
La presente crisis alimentaria mundial ya ha tenido ‘trágicas consecuencias sociales y políticas en diferentes países’ y podría poner en peligro aún más ‘la paz y la seguridad mundiales’, expresó el funcionario de la FAO.
‘Hoy los hechos hablan por sí solos: entre 1980 y 2005, la ayuda a la agricultura cayó de 8000 M/u$s (a valor de 2004) en 1984 a 3400 M/u$s en 2004, con una disminución en términos reales del 58%’, indicó Diouf.
‘Hoy es importante darse cuenta que hace tiempo que se acabó el tiempo para discutir. Ha llegado la hora de pasar a la acción’, subrayó el director general de la FAO, para luego agregar que ‘si no tomamos de forma urgente las decisiones valientes que requieren las circunstancias, las medidas restrictivas que tomarán los países productores para cubrir las necesidades de sus poblaciones, el impacto del cambio climático y la especulación sobre los mercados de futuros pondrán al mundo en una situación de peligro’.