Barajar y dar de nuevo, así parece manejarse el oficialismo para enfrentar el conflicto que hoy tiene con el sector agropecuario. Desde que Néstor Kirchner asumió la titularidad del PJ se armó una nueva estrategia que intenta captar aliados dentro del justicialismo.
Así es que el martes se reunió el Consejo del PJ y asistieron, entre otros, los gobernadores Jorge Capitanich (Chaco), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Oscar Jorge (La Pampa), José Luis Gioja (San Juan), Juan Manuel Urtubey (Salta), Mario Das Neves (Chubut), el intendente de Rafaela, Omar Perotti, Julio De Vido y Alberto Fernández.
En el documento emitido luego de la reunión, y que fue leído por Jorge Capitanich, una de las voces oficialistas que se manifestó más fuertemente contra el campo, se calificó a la protesta de “antidemocrático ataque con ánimo destituyente” y llamó a “construir un nuevo país, frente a los agoreros y golpistas que pretenden detener los cambios como en 1930, 1955 y 1976”.
Así es que ante este documento el ex presidente Eduardo Duhalde no se guardó nada y calificó a aquellos que sostienen que la postura del campo es golpista, de ‘estúpidos’.
Por su parte, el ex gobernador Juan Manuel de la Sota, quien mantuvo una reunión secreta días atrás con Duhalde, también opinó fuertemente sobre el comunicado leído por Capitanich: “No corresponde, es estanilista el que tilden a De Angeli y a otros productores como oligarcas. Menos como golpistas. Son gente de bien”.
Al mismo tiempo De la Sota agregó: “Ningún peronista de mi amistad (Carlos Reutemann, Juan Schiaretti o Jorge Busti) participó de la reunión del PJ”.
Ante este panorama ya se puede leer la conformación de una corriente crítica al oficialismo dentro del mismo PJ.
Tanto es así que Jorge Busti renunció esta semana a la titularidad del partido justicialista en la provincia de Entre Ríos aludiendo motivos personales.
Por su parte, Schiaretti además de reunirse la semana pasada con las entidades, en estos días volvió a brindarle su apoyo al campo y reclamó ‘una solución ya’ y consideró que ‘está absolutamente claro que las retenciones deben bajar y que hay que discutir una política que permita a la Argentina aprovechar la enorme oportunidad que hoy tiene’.
Fiel a su estilo, el diputado nacional por el PJ Luis Barrionuevo no ahorró calificativos a la hora de referirse al oficialismo: “Cristina está en el piso, no la quiere nadie, dice lo que quiere Néstor Kirchner y tiene un jefe de Gabinete que es un pelele”.
También el ex intendente kirchnerista, Luis Juez, quien se mostró contrario desde un comienzo a la política oficial ante el conflicto con el campo, declaró: “La Presidenta merece que la insulten hasta en Latín”, por no llegar a un acuerdo.
Por supuesto que desde el oficialismo también aparecieron en escena jugadores estratégicos para brindar su apoyo al Gobierno K y su posición ante el campo.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, quien hasta el momento no había intervenido fuertemente declaró: “Creo que no hay lugar para tibios para quienes estamos a favor de este proyecto de redistribución del ingreso, democracia y mayor actividad económica”.
“Todos tenemos que salir y apoyar clara y específicamente al actual proyecto porque evidentemente se están moviendo fuerzas en la Argentina que están en contra”, enfatizó el funcionario.
