El precio de las aplicaciones aéreas varía según la distancia a los lotes, cantidad de hectáreas y tipo de trabajo a realizar. Se puede aplicar insecticidas, herbicidas, fungicidas, además de vuelos para fertilización y siembra. Este servicio se brinda con aviones propulsados con motores a pistón y/o turbohélice.
En aviones a pistón, por hora se puede cubrir, en aplicación de insecticidas, un total de 90 hectáreas, con un costo para el productor de 639 u$s/hora. En herbicidas, se puede cubrir por hora un total de 70 ha, y en fungicidas, por hora se pueden cubrir 45 ha. En aeroplanos con propulsión de turbohélice, para insecticida, en una hora se cubren 180 hectáreas. En este tipo de aviones, el precio del servicio asciende a 1260 u$s/hora.
En herbicidas, por hora se pueden cubrir 140 ha, y en fungicidas, 100 ha. En siembra aérea, los costos de aplicación por hectárea oscilan entre los u$s12 a 30.
Diego Ortega, presidente de la Cámara de Aeroaplicadores de la Provincia de Buenos Aires (Capba), explicó que, en el país, el 80% de los servicios se brindan con aviones a pistón. Los modelos más utilizados son el Piper Pawnee, Cessna AGWagon, y el Ag Truck, y adaptados como el Aero Boero 180 Cessna y el Piper PA18. El precio promedio de aplicación de insecticidas es de 7 dólares por hectárea.
El 20% restante se realiza mediante aeronaves de turbohélice, comoel Air-Tractor 402, y el AyresTurbo Trush G1. “En los últimos cinco años, la demanda por nuestros servicios aumentó en un 50%”, explicó Ortega.
En aviones a pistón, y tomando como punto de partida un Pawnee Piper, con una potencia de 235/260 HP, los costos fijos por hora para el propietario del avión suman un total de u$s539. El mayor gasto es el combustible. Para una hora de vuelo son necesarios 70 litros, y con un costo de u$s1,58 el litro (para estas aeronaves se emplea nafta 100LL), el total de combustible por hora tiene un valor de u$s111. “El otro importe significativo es el servicio brindado por el piloto; la hora de vuelo tiene un costo de u$s94”, dijo.
Otro aspecto que el productor debe tener en cuenta es si aplicará insecticidas, herbicidas o fungicidas, el caudal en litros, y la franja de aplicación. En el caso de los insecticidas, el caudal es de 2 a 6 litros, con una franja de aplicación de 25 a 35 metros. En este caso, el precio promedio es de u$s7. En herbicidas, el caudal es de 5 a 10 litros, y la franja de aplicación es de 20 a 30 metros, con un precio de aplicación de u$s8,5. En fungicidas, el caudal varía entre 10, 15 y 20 litros, con una franja de aplicación de 18 a 25 m. En este rubro, los precios son de u$s9,5, 10,5 y 11,5, respectivamente.
En siembra y o fertilización aérea, los precios varían entre u$s12 a 30, de acuerdo con la cantidad de kilos que se siembren o dispersen.
En aviones de turbohélice de 550 HP a 900 HP, los costos fijos del propietario del avión, por hora, suman un total de u$s1.054. En una hora, estos aviones pueden cubrir un total de 180 hectáreas, y requieren 200 litros de combustible JP-1, que tiene un costo de u$s1,16/litro. En este tipo de aeronaves, los mayores gastos también corresponden al combustible y al piloto. La hora de vuelo tiene unvalor de u$s189. En seguros de avión, el costo es de u$s115.
El ingeniero Daniel Leiva, del Inta Pergamino, explicó que, en aviones pequeños y medianos, las aspersiones de fungicidas realizadas con 15 litros/ ha y un ancho de faja de 16 a 18 metros, permite incrementar los rindes en los cultivos. “Los aviones equipados con aspersores rotativos logran mejores coberturas de gotas dentro del follaje”, destacó Leiva.
Cuando se usan aspersores rotativos debe regularse con cuidado el tamaño de las gotas y utilizar aceite antievaporante, cuando las condiciones de humedad relativa se encuentren por debajo del 60%.
“El avión con aspersor rotativo ubica el 55% de las dosis en los dos últimos tercios del follaje, además de realizar una distribución homogénea en los dos últimos tercios”, sostuvo.
Para que una aplicación aérea sea beneficiosa, Leiva manifestó que se consideran suficientes entre 14 y 7 impactos por centímetro cuadrado en el tercio medio del follaje:
“Para este nivel de cobertura, debe utilizarse un volumen de 15 l/ha de agua como dispersante”. Una opción para regular el tamaño de las gotas es el uso de atomizadores rotativos. En comparación con las boquillas tradicionales hidráulicas, permite que las gotas pequeñas caigan más despacio, además de evaporarse más rápido que las grandes.
Los factores que inciden en la evaporación son el tamaño inicial dela gota, la humedad relativa, velocidad del viento y altura del vuelo: “Para optimizar la aplicación es recomendable una altura de vuelo de 4 metros”.
