Cuando esta edición de Infocampo comience a distribuirse, la Presidentade la Nación estará recibiendo a losdirigentes de las entidades ruralesdel agro, un paso imprescindible enla construcción del consenso, de caraa la Argentina del Bicentenario.
Me quedo con las palabras del presidente de Avex, Fernando Oris de Roa, cuando les habló a los nuevos alumnos de la maestría de Agronegocios de la UBA: “Lo que no se justifica es que se pongan excusas para no hacer las cosas”, les dijo este hombre, que de negocios algo sabe.
El punto es que tenemos un cultivo, el trigo, que en el marco de la política gubernamental se ha convertido en un dolor de cabezas para todos.
Lo peor es que teniendo una oferta de 15 millones de toneladas, el problema surge por el tercio que se destina al consumo interno. Es la regla de “por uno pagan todos”.
Tal vez sea tiempo de empezar a pergeñar soluciones creativas.
Hace varios años ya, Gustavo Grobocopatel y Rogelio Fogante hablaron
de la triguización de la Argentina y de producir 25 millones de toneladas del cereal.
Si eso se hubiera volcado en un plan estratégico para la cadena, hoy no estaríamos hablando, seguramente, del problema del trigo.
La idea la tiraron cuando presentaron el proyecto de Biointa, que unió a Bioceres y el Inta en la comercialización de los cultivares de trigo con el organismo público.
Ahí se demostraba que era perfectamente factible alcanzar en las condiciones de la agricultura argentina una cosecha de 25 millones de toneladas. Vengamos hasta el presente.
Este Gobierno ha demostrado que la plata no es la limitante (pensar en las compensaciones).
Entonces, ¿por qué no presentarle al Gobierno un plan para producir 5 millones de toneladas de trigo adicionales que son las que requiere el mercado interno, liberando las 15 restantes?
Es la lógica de agrandar la torta y tener más para repartir. ¿Qué argumento podría poner el Gobierno para no aceptar este planteo?
La cadena del trigo debería retomar las ideas de Grobo y Fogante y ponerse a cocinar un plan que permita aumentar 25% la cosecha de trigo.
Estas 5 Mt adicionales podrían tener un régimen especial, con subsidios para los insumos (subsidio no es una mala palabra, lo usan los países “serios”), precio diferencial y/o compensaciones, etcétera.
Lo importante es que las 15 Mt restantes, las que son la torta de hoy, puedan tener la libertad de mercado necesaria para darle seriedad y previsibilidad