La Comisión de Enlace Agropecuaria, integrada por las cuatro entidades rurales, solicitó anoche al gobierno nacional un pedido de ‘audiencia a la mayor brevedad posible’ para establecer ‘un diálogo sincero y profundo’ sobre los problemas que afectan al sector.
Hoy se cumple una semana de la suspensión del paro agropecuario y la dirigencia ‘integrada por SRA, CRA, FAA y Coninagro’ aún no recibió un llamado formal para iniciar reuniones tendiendes a solucionar los reclamos del sector agropecuario.
La Comisión de Enlace, por medio de un comunicado, solicitó ayer a última hora al gobierno que abra la puerta de las negociaciones para ‘trabajar en forma mancomunada con el Poder Ejecutivo Nacional, en la búsqueda de un país mejor para todos los argentinos, sin excepción”.
El comunicado además indica que los integrantes de la Comisión (Mario Llambías de CRA, Fernando Gioino de Coninagro; Eduardo Buzzi de FAA; y Luciano Miguens de SRA) están a la “entera disposición” de la presidente Cristina Fernández de Kirchner “para contribuir a elaborar el plan estratégico para el sector agropecuario, en el marco del Bicentenario de nuestro país, tal como usted lo anunciara”.
“Nuestra propuesta es contribuir a consolidar una sociedad sin exclusiones, con igualdad de oportunidades y con equidad social, y es por ello que creemos de vital importancia restablecer un diálogo sincero y profundo, para proyectar entre todos un país mejor. En tal sentido le solicitamos una audiencia, a la mayor brevedad posible”, indicaron.
Si bien el próximo 2 de mayo finaliza la tregua concedida por la Comisión de Enlace, muchas organizaciones de empresarios del agro en diversas regiones productivas están comenzando a impacientarse ante la falta de respuestas del gobierno; especialmente porque cada vez son más quiénes comienzan a comprender que el esquema de retenciones móviles, además de representar menores precios esperados para los granos que se están cosechando en estos días, destruirá el mercado de forwards y, con ello, eliminará de un plumazo muchas de las líneas de financiamiento que usan la mayor parte de los productores agrícolas pequeños y medianos. Esta situación no es la más favorable en un escenario de costos de producción crecientes.