Lo adelantamos en notas en profundidad en anteriores ediciones de Infocampo: el futuro parece estar marcado por la utilización de cabezales con alimentación por lonas (conocidos en Estados Unidos como drappers), en lugar del sinfín característico; estos cabezales estarán sustentados por ruedas laterales y tendrán un ancho de trabajo de 40 a 42 pies de corte. Esto es, una capacidad de trilla impresionante.
“El objetivo de evolucionar en el diseño de cabezales flexibles/flotantes con alimentación por lonas está en que permite lograr un gran ancho de labor con menor peso, se logra flexión y articulación de su estructura, se puede trabajar con ruedas de apoyo y fundamentalmente se mejora la uniformidad de alimentación de la cosechadora; además, se disminuye el desgrane frente al embocador, se pueden colocar molinetes de mayor diámetro y de diseño orbital, lo cual mejora sustancialmente la calidad de trabajo y el rendimiento de la cosechadora”, destacó Mario Bragachini, quien estuvo viendo estos cabezales en el último Farm Progress Show, una de las muestras de maquinaria agrícola más importanes del mundo que se realiza en Estados Unidos.
Desde el Proyecto de Eficiencia en Cosecha y Postcosecha del Inta creen que durante el 2008 aparecerán en el campo argentino muchos prototipos experimentales para ser evaluados en su rendimiento. Uno de ellos lo está probando John Deere, con excelentes resultados.