Leandro Musri y Marisa Fernández son dos profesionales (uno contador, la otra abogada) que desde hace años operan en el circuito financiero del agro.
Sus orígenes en este metier se remontan a Cyanamid, la empresa estadounidense de insumos que a fines de los 90 fue adquirida por Basf.
Conocedores del circuito de financiamiento que vincula a productores, distribuidores de insumos y compañías proveedoras, afirman que de la devaluación en adelante algo ha cambiado.
“Las compañías tomaron conciencia de que su negocio es vender insumos y no el financiamiento. Algo parecido ocurrió con los distribuidores, que ahora si toman dinero es para su propia operación y no para transferírselo al productor. Son los bancos quienes han tomado el negocio de financiar al campo y lo hacen con el profesionalismo que requiere el análisis del riesgo”, dicen Musri y Fernández en su charla con Infocampo.
Por otra parte, sostienen que el aumento de los costos de producción mete presión sobre la demanda de dinero y que nuevas opciones se están desarrollando para satisfacer tanto esta demanda como la expectativa de quien busca obtener una renta prestándole dinero al campo. Veamos.
-¿Cómo perciben la demanda de financiamiento?
-Notamos que se adelantaron las consultas. Usualmente la campaña de financiación arranca en marzo, y este año empezamos a trabajar en enero.
-¿Sólo se adelanta o además se necesita más?
-También lo último, porque los costos de implantación suben. Entre diciembre de 2006 y de 2007 aumentaron 40% según informes de mercado. Nuestro feeling es que el incremento no va a ser inferior al 60%. Claro que también se incrementó el valor del grano, pero hay que entender que la siembra es una actividad continua. Los productores llegan con un 15 a 20% de rentabilidad sobre la inversión, pero eso mismo o un poco más van a necesitar para encarar la próxima campaña.
-¿Qué se percibe en otros eslabones de la cadena?
-A diferencia de lo que ocurría en los 90, en este ciclo el distribuidor ya no le financia los insumos al productor. El crédito que toma lo toma para él. Hoy ellos mismos (los distribuidores) son sus principales clientes en materia de insumos y buscan herramientas de crédito para poder financiar a sus productores, incluso avalándolas, pero sin tomar ellos el financiamiento.
-¿Herramientas como cuáles?
-Hasta hoy la más común es la calificación de los clientes en el mercado financiero, que exhiban contratos forward de venta de granos. Si la tasa habitual es 1,5% mensual, o sea 18% anual, por esta vía apuntan a tomar dinero a entre 9 o 10%, siempre en dólares. Productores grandes, que incluso son de mayor escala que los distribuidores, pueden aspirar a tomar el dinero al 7 o 9%.
-¿Cuál es el monto promedio por el cual se va al mercado financiero?
-Creo que estaríamos entre los 200 y 300.000 dólares. Menos de eso hasta se escapa el perfil del cliente. Es un productor que hay que prepararlo más para presentarlo ante el circuito financiero.
-Muchas empresas están armando fideicomisos de securitización de deuda de insumos para financiar al productor. ¿Cómo ven esta vía?
-El tema es que estos fideicomisos necesitan salir por paquetes y necesitan calificaciones de riesgo. Pero la historicidad de la preparación de la información de productores agrícolas no te permite estar muy cómodo respecto de los tiempos. Por eso nosotros preferimos trabajar un producto de calificación individual pero que permite manejar los tiempos de cada productor y cuya tasa no tiene tantos agregados de costos fijos y además es en dólares.
-Tomando las dos puntas: ¿cuál es el retorno esperado por prestarle dinero al agro?
-Estamos escuchando a inversores que apuntan a obtener una renta fija en dólares de entre 10 y 12%.
-Entonces no cierra, contra un costo del dinero de 7 a 9% o incluso 10%.
-Lo que pasa que la tasa que el productor tiene en mente, histórica, es el 18% anual o 1,5% mensual y las compañías se han encargado de hacérselo entender. Ahora, un comercio o productor de volumen (escala) puede tomar financiación por debajo de ese costo, pero eso requiere una preparación de la documentación.
-O sea que el que busca esa renta del 12% debería apuntar a prestarle al segmento acostumbrado a pagar 18 por ciento.
-Así es. Por otra parte, ocurre que llega un momento, como ocurrió el año pasado, donde los bancos agotan el cupo para un cliente determinado. Y como se prevé un incremento de la demanda de 40%, es factible que el productor esté dispuesto a pagar un poco más por ese dinero en otros circuitos.
-¿Qué pasa con el capital para inversiones?
-No es la que más abunda en el mercado. Un tope es que la plata de los ahorristas en dólares no puede ser prestada a más de un año.
-¿De dónde sale la plata para compra de empresas, por ejemplo?
-Es variable. Puedo mencionar el caso de un cliente nuestro, por ejemplo, que adquirió un molino, pero para hacerlo vendió un campo.
-¿Y salir a la Bolsa con obligaciones negociables?
-El tema es que no todos están preparados para entrar en la Bolsa. Hay que tener toda la administración muy bien aceitada.
Javier Preciado Patiño