El mecanismo implementado por el citado organismo oficial ha encontrado la fórmula equilibra “los intereses de los sectores participantes”, asegura la Federación a través de un comunicado.
La medida -según el documento- garantiza el abastecimiento de las necesidades de harina para el consumo interno y mantiene los niveles de precios acordados con las autoridades del gobierno nacional
El documento agrega que la apertura de los registros asegura la continuidad de las exportaciones de harina, que agregan valor a la producción nacional y mantienen la ocupación de la industria, “factor fundamental para cumplir los compromisos de precios”.
“Y que el productor reciba un precio en función de los valores del trigo en los mercados, generando una positiva expectativa para la próxima siembra”, insiste la Federación. El comunicado de la FAIM, rubricado por su titular, Alberto España, considera también que “el adecuado seguimiento que realicen las autoridades competentes, será condición necesaria para alcanzar los objetivos que se plantean en la Resolución”.