A raíz del Programa Ganadero de Formosa, que está puesto en marcha desde 2005, la producción pecuaria se convirtió en una de las actividades primarias más exitosas de las regiones NEA y NOA.
Datos de la última campaña de vacunación certifican que se superó la existencia de 1,8 millón de cabezas bovinas que se mantienen en permanente desarrollo y crecimiento.
Estos fueron los comentarios desprendidos de un análisis realizado por el ministro de Producción de Formosa, Luis Basterra, y el director de Producción Animal, Raúl Quintana.
A través de la puesta en marcha del programa se consolidó un escenario favorable para las inversiones y la agilidad comercial de los productores provenientes del sector. Quintana manifestó que el éxito del sector radicó en el primer año de puesta en marcha del plan. “En 2005 se concretaron siete remates en los cuales se vendieron más de 10.000 cabezas, cifra que se duplicó en 2006 y de acuerdo a un programa estratégico articulado entre el estado provincial y sociedades rurales, durante 2007 se concretaron 25 remates de hacienda”, comentó Quintana.
A su vez, destacó que para la realización de los remates, el gobierno provincial puso a disposición un fondo administrado por el Fonfipro (Fondo Fiduciario Productivo), con más de 15 millones, que utilizados en forma rotativa generaron negocios por más de $40 millones provenientes de la comercialización de unos 60.000 terneros con destino de invernada. “Esto significa que uno de cada cuatro terneros que se comercializan en la provincia de Formosa se hacen a través de este mecanismo.”
Cuando se inició el Programa Ganadero, los predios feriales de las sociedades rurales requerían de una infraestructura adecuada para acompañar el proceso de la mejora en la comercialización. Para tal fin se puso a disposición una línea de financiamiento con el objetivo de fortalecer, reconstruir y adaptar las instalaciones existentes y organizar los remates.
Durante diciembre de 2007, se incorporaron 108 productores al Programa Ganadero Provincial, quienes alcanzaron el financiamiento para llevar adelante sus proyectos de desarrollo productivo, en el que se destaca la incorporación de más de 6.000 hectáreas de pasturas, 300 kilómetros de alambrado, 600 millones de litros en reservas de agua para 120.000 cabezas.
Otro aporte importante del programa fue destinar un fondo especial para el financiamiento de la compra de reproductores bovinos y porcinos de reconocida calidad genética. Esta modalidad benefició principalmente a productores del Instituto Paippa.