La semana pasada, antes de que el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, diera a conocer medidas tendientes a evitar una desaceleración de la economía de ese país, el propio ministro de Economía argentino, Martín Lousteau, habló de la firmeza de la Argentina.
Los superávits fiscal y comercial “nos permiten estar aislados de los problemas de las economías mundiales y dan a Argentina una fortaleza muy importante en el medio de un contexto de incertidumbre en la comunidad financiera internacional”, dijo Lousteau el jueves.
El intercambio comercial cerró el 2007 con un superávit de 11.154 millones de dólares, que si bien fue un 9,1% menor al del año pasado, se dio en el marco de un crecimiento récord de las exportaciones y de las compras extranjeras, debido al mayor nivel de actividad económica. Junto a esto, se logró un superávit fiscal de 25.670 millones de pesos.
“Estos superávits le permiten estar aisladas de los que estamos viendo en otros lugares y seguir creciendo de manera uniforme”, destacó el ministro. Ambos superávits les permiten a Argentina hacer frente a los vencimientos de deuda que tienen para este año, que rondan los 6.500 millones de dólares, sin necesidad de salir apurado a los mercados. “Ante los shocks externos, nuestra economía no se ve afectada por este fuerte ahorro. La política de superávit fiscal nos da bases firmes”, aseguró el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, en declaraciones a la prensa. (Télam)
