Una lluvia de cenizas, que afectó una zona de la provincia de Neuquén como consecuencia de la erupción del volcán chileno Llaima, causó incertidumbre durante las primeras horas del nuevo año y mantiene a las autoridades en alerta, informaron funcionarios y lugareños.
El Llaima, uno de los dos volcanes más activos de Chile, expulsó material sólido y una fumarola que afectó a las localidades de ese país pero, por acción del viento, provocó una lluvia de cenizas sobre Zapala y Mariano Moreno, ambas localidades neuquinas, cuya toxicidad fue descartada por las autoridades.
“En caso de agravarse la situación, el Gobierno nacional pondrá a disposición de la provincia un plan eventual de apoyo federal para reforzar las actividades de la prevención y protección civil, tanto en la faz técnica como logística”, dijo Este miércoles el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
El funcionario ofreció este miércoles al gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, “la colaboración necesaria” a raíz de la situación que se generó en esa provincia como consecuencia de la lluvia de cenizas aunque desde Defensa Civil provincial se indicó que la actividad volcánica disminuyó notoriamente en las últimas horas.
No obstante, las autoridades sugirieron a los pobladores de la zona afectada mantener las medidas y cuidados hasta el viernes, si se mantienen las condiciones actuales.
“No presenta toxicidad y sólo puede provocar, en caso de contacto, irritaciones en los ojos o alguna complicación de tipo respiratorio”, informó la dirección de Defensa Civil de Río Negro, donde no se registró la caída de cenizas pero se mantuvo el alerta
con el objeto de prevenir daños en el caso que esto sucediera.
El organismo recomendó también que ante el contacto con las cenizas volcánicas, los afectados deben enjuagar los ojos con abundante agua y transitar con barbijo o utilizar un pañuelo húmedo.
Según los pobladores de Villa Pehueña, este martes se divisó desde esa localidad turística argentina, a apenas unos 50 kilómetros del volcán, una nube de suspendida sobre el cráter.
“El volcán humeaba desde ayer ( por este martes) y aunque la actividad del Llaima es permanente desde hace más de 100 años, nunca se producen erupciones con desplazamiento de lava”, dijo a Télam Walter Rodegher, presidente de la cámara de comerciantes de la villa.
Según señaló el lugareño, “no lo hubo ni siquiera en 1994, cuando se registró la última erupción más grande que provocó solamente un escorial, -restos de la erupción, al pie del volcán”.
“Cutralcó, Plaza Huincul, Arroyito y Plotier recibieron la ceniza que voló por acción del viento. Sólo Zapala y Mariano Moreno fueron afectadas por la lluvia de cenizas que cayó directamente desde la nube volcánica”, dijo en un comunicado Defensa Civil de Neuquén.
Además, se cerró el aeropuerto de Neuquén y se dispuso cancelar los vuelos a esa provincia, por la lluvia de cenizas producidas por el volcán Llaima.
Desde temprano la agencia alemana de noticias DPA informó que en Chile, cientos de turistas y lugareños habían sido evacuados de los alrededores del volcán, luego que el macizo arrojara columnas de fuego y lava, visibles a decenas de kilómetros.
Más tarde se supo que los rescatistas evacuaron a medio centenar de turistas atrapados en el Parque Nacional Conguillío, donde se ubica el Llaima, donde no se registraron víctimas.
El Llaima es uno de los cuatro volcanes más activos de América del Sur y se ubica a unos 900 kilómetros al sur de Santiago, dentro del Parque Nacional Conguillío, muy cerca de la frontera con Argentina.
Las autoridades habían evacuado el martes a decenas de turistas que se encontraban en el parque, pero al menos 54 personas quedaron atrapadas por el corte de caminos tras la crecida de un río en la zona, debido el deshielo en el cono del volcán.
La operación de rescate fue coordinada por policías, bomberos y personal sanitario, informó Carmen Fernández, directora de la Oficina Nacional de Emergencias del Ministerio del Interior (Onemi).
Melipeuco, Curaucauquén, Curacautén, Vilcún y Cunco, las localidades chilenas más afectadas por su proximidad con el Llaima debieron ponerse bajo el alerta amarillo para implementar planes de emergencia, según el diario chileno âEl Mercurioâ, citado por la agencia Europa Press.
Fuente: Télam
