Teresa Álvarez Centeno, investigadora del Instituto Nacional del Carbón, ubicado en Oviedo, España, desarrolló un nuevo sistema para almacenar energía eléctrica a partir de pulpa de la manzana procedente de la fabricación de sidra y jugos, según informaciones suministradas por el organismo.
Los resultados de laboratorio demuestran que este proceso, patentado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) -al que pertenece el Instituto Nacional del Carbón-, junto con la Universidad de Neuchtel (Suiza), es más sencillo, barato y menos contaminante en comparación con otros procedimientos similares utilizados en la actualidad.
Según Álvarez Centeno, la principal ventaja del nuevo sistema respecto a los ya existentes es su reducida capacidad contaminante porque en su elaboración no se utilizan productos químicos agresivos.
El proceso de gasificación desarrollado por el CSIC consiste en calentar la pulpa de la manzana a baja temperatura y en ausencia de oxígeno para evitar que se queme y, posteriormente, poner el material resultante en contacto con dióxido de carbono, vapor de agua u oxígeno, para aportarle porosidad. Los poros proporcionan al material una mayor superficie para almacenar energía.
El método desarrollado añade a sus ventajas medioambientales un ahorro económico, ya que permitirá reutilizar un residuo, la pulpa de la manzana que generan las industrias de fabricación de sidra y jugos.
Fuente: Télam
