La detección dese hace algunos años de la presencia de sorgo de Alepo resistente a glifosato (Sarg) en cultivos de soja y su veloz propagación volvió a poner en escena un tema que había perdido un poco de relevancia por el eficaz resultado del herbicida glifosato y su uso generalizado en el país: el manejo de malezas.
Una señal de la importancia que está cobrando el tema es que la Comisión Nacional Asesora sobre Plagas Resistentes (Conapre) lanzó el 6 de noviembre en Rosario el programa nacional de capacitación en manejo de malezas en sistemas de producción.
El objetivo del programa es brindar conocimientos sólidos a asesores públicos y privados y al mismo tiempo crear una red de información acerca de plantas invasoras y resistentes a herbicidas.
“Para manejar la resistencia es necesario recuperar la cultura del conocimiento de la maleza. Las nuevas generaciones de profesionales se graduaron con la cultura del glifosato y con todo un paquete tecnológico que ha sido excelente y que hay que cuidar, como la soja transgénica tolerante a este herbicida total, que surgió en 1997, y la siembra directa. Pero se ha perdido un poco el conocimiento de la maleza en sí”, sostuvo Silvia Passalacqua, coordinadora el área de Protección Vegetal del Senasa, que estuvo a cargo de la apertura del evento.
“Se ha pensado, con la coordinación del doctor Eduardo Leguizamón, que es titular de la cátedra de Malezas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario, empezar a dar estos cursos para asesores como para recuperar el conocimiento de las malezas y poder de esta manera encarar los programas de manejo de resistencia y agregarles a eso el mecanismo de acción de los herbicidas para poder elegirlos y complementar una estrategia de manejo”, agregó Passalacqua, que también es representante desde 1991 del Senasa ante la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia). Esta primera jornada, en la que participaron asesores y técnicos del sector público de distintas provincias y de empresas de fitosanitarios, se prolongará durante los próximos meses en diferentes regiones del país con el apoyo de las universidades nacionales del Comahue, del Chaco, Mar del Plata, Rosario, del Litoral, La Pampa, Tucumán y Río Cuarto. Si bien son encuentros de formación básica para asesores, la finalidad es que puedan transferirle este conocimiento al productor, que es quien tiene el nivel de observación directa. Las unidades temáticas de esta jornada fueron ecología de malezas, identificación y especies, tipo y modo de acción de los herbicidas. “Es un curso muy compacto”, describió Passalacqua, al tiempo que destacó que la idea es hacer una red y que verán la forma de encaminar el proyecto, que va a multiplicarse en más de diez lugares en todo el país.
Uno de los aspectos de trabajo que está en desarrollo es la confirmación de la resistencia. “Desde Conapre se diseñó todo el sistema de notificación del Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo) para notificar cuando hay una posible resistencia. Hoy la comprobación se da por dosis-respuesta.
Estamos en una etapa de hacer y preparar las bases para una convocatoria de investigación para profundizar lo que falta, para la confirmación más rápida de la resistencia. Si se tiene el mecanismo se pueden hacer mejores manejos químicos”, finalizó Passlacqua y destacó que la Conapre trabaja con plagas en general, que pueden no ser malezas.
