Las estimaciones agrícolas mensuales de la Secretaría de Agricultura indican que la superficie que se sembrará con soja en la campaña 2006/2007 será superior a lo realizado en la campaña anterior, estimándose un área a cubrir que rondará 16 millones de hectáreas. Si este número se concreta, sería un nuevo récord histórico en la superficie implantada con esta oleaginosa.
A esta estimación contribuyen las superficies que no se han dedicado a la cosecha fina por inconvenientes climáticos, por la no cobertura con maíz debido a la falta de humedad adecuada en la época de siembra en algunas zonas, sumado a una buena expectativa económica por relación costo precio favorable.
Las zonas que aportarán esta superficie adicional son el sur de Córdoba, norte de La Pampa, oeste de Buenos Aires y algo en la zona deprimida del Salado bonaerense. Al 20 de diciembre se ha implantado el 70% del área total estimada.
El informe de la SagpyA indica que esta superficie podría presentar variaciones, ya que restando aún sembrar 30% de los estimado, deberán considerarse las variables climáticas, las cuales jugarán un importante papel en los meses siguiente.
El maíz también incrementará el área a sembrarse en un porcentaje de 8,4% por encima de la anterior cosecha. De esta manera, el área total maicera, grano sumado a forraje, será de 3,45 millones de hectáreas, con los mayores incrementos previstos en La Pampa y norte de Buenos Aires, con menores perspectivas en Córdoba y Santa Fe.
A la fecha se implantó el 85% del área estimada, advirtiéndose que el ritmo de siembra de este año se ha recuperado totalmente, debido a que la recarga de humedad en los suelos se ha normalizado en el último mes en casi todas las zonas productivas.
Para el trigo, el balance final de superficies sembradas indica que el total implantado con el cereal será de 5,2 millones de hectáreas similar a la campaña 2005/2006. Las escasas precipitaciones registradas durante el final del invierno e inicios de primavera fueron parcialmente compensadas por las de mediados de octubre. Este déficit hídrico ha impedido que los suelos recarguen adecuadamente su perfil, fundamentalmente en el sudoeste de Buenos Aires y el centro oeste de La Pampa. Por otra parte, en el norte de la región triguera, Chaco, Tucumán, Santiago del Estero, la falta de humedad adecuada trajo como consecuencia una disminución en las coberturas previstas originalmente con este cereal, por lo que se procedió a ajustar la superficie inicialmente estimada. Como consecuencia de lo explicado anteriormente, se vieron afectados los rendimientos de los cultivos cosechados.