Se trata del grupo conformado por Green Line Industries con sede en California, Capital Group Comunicatios de San Francisco y Sausalito Capital Partners, quienes se reunieron hoy con la intendente local, Cristian Breitenstein, y le confirmaron la inversión.
“Estas empresas tomaron la decisión de instalar su actividad productiva en Bahía Blanca después de reunirse con representantes del municipio, la Zona Franca y el Consorcio del Gestión del Puerto de Bahía Blanca, y me confirmaron la inversion de 31 millones para una planta de biocombustible”, indicó la jefa comunal.
La planta estará ubicada en 25 hectáreas de la zona de Cangrejales del Puerto de Bahía Blanca, donde en un primer momento se trabajará con cuatro procesadores de diez millones de galones que comenzarán a funcionar en el 2007, indicó el director de Greenlife, Ramiro Marini.
“Una de las razones por las que elegimos Bahía Blanca -explicó- después de realizar estudios de factibilidad en todo el país y en Sudamérica, fue por su comunidad y por el apoyo de la municipalidad, la Zona Franca y el Consorcio de Gestión del Puerto”.
Marini dijo que “Greenlife es una empresa formada no hace mucho en Estados Unidos de energías alternativas, tenemos un departamento de biodiesel y el proyecto es abrir una planta de 40 millones de galones en el puerto de Bahía Blanca”.
Expreso su convencimiento de que “la producción de biocombustibles no tiene que seguir el modelo tradicional de las petroleras, entonces puede haber una integración vertical con el productor, donde la Argentina tiene 50 millones de hectáreas de tierras que no tienen un uso y podrían afectarse al cultivo de oleicos”.
Marini dijo que espera que el proyecto tenga impacto a nivel nacional, para incorporar así nuevas áreas a la producción y un impacto social para la gente. “Tenemos planeado empezar a funcionar en el primer cuatrimestre del año que viene con el proceso de 40 millones de galones, donde por el momento serán exportados a través de containers”, señaló.
En una segunda etapa tienen en estudio incorporar un procesador que puede producir entre 2 y 20 millones de litros anuales, que es móvil y que puede entrar en un container de 20 pies, y una prensadora de aceite.
“La idea es empezar a fabricar esos prensadores en la Argentina y de esa manera a asociarse con cooperativas, productores y municipalidades para la producción del combustible V100 para el consumo propio”, concluyó.
