La apertura de áreas desaprovechadas para la agricultura representa un desafío para países como la Argentina. En el 2000, especialistas en mejoramiento genético de Relmó comenzaron a desarrollar variedades de soja aptas para la región norpatagónica, a partir de las experiencias internacionales.
Se desarrollaron hibridaciones con germoplasmas internacionales que aportaron el grado de maduración, la tolerancia al frío y la capacidad de realizar un ciclo completo en estas latitudes, mientras que las variedades locales aportaron productividad, tolerancia a las enfermedades locales y resistencia al glifosato.
Tres años más tarde se ponían en evaluación en Viedma (Río Negro) todos los materiales genéticos cuyo fondo indicaba posibilidades de éxito en la región.
En la campaña 2004/05 se realizaron ensayos con los genotipos superiores en Neuquén. Las variedades Ayelén 22 y Azul 35 superaron los 4.000 kg/ha en las 18 ha sembradas en un campo bajo riego con pivot central.
Transitadas estos años las experiencias del Valle Inferior y el Alto Valle, el proyecto soja patagónica cubrirá el espectro durante la campaña 2006/07 en el Valle Medio.
El ensayo se realizará en un establecimiento ubicado en las cercanías de Choele Choel, perteneciente a Gary Gordon, un empresario dedicado a la producción de alimentos desde hace 40 años.
El módulo de 12 hectáreas se sembrará el 17 de noviembre, con la novedad que 8 de ellas serán destinadas a cultivo para grano y las 4 restantes se harán con soja para pastoreo, segmento de mercado en que Relmó está manejando la mejor genética disponible en el mercado.
Para el módulo agrícola se dispondrá de las ya probadas variedades Ayelén 22 y Azul 35.
La superficie de soja forrajera será aprovechada con pastoreo directo con hacienda para engorde con la finalidad de evaluar diferencias de peso de comparado con un verdeo de sorgo forrajero, que será implantado contiguo al módulo de soja.
El módulo de trabajo contará también con la presencia de colmenas, cuyo seguimiento y manejo de esta extensión apícola será realizado por el ingeniero Carlos Levin, especialista en producción melífera, quien expuso en la jornada de Choele Choel acerca de la importancia que tiene la incorporación de un cultivo como la soja, el cual ofrece flores en un momento crítico para las abejas.
Juntamente con esta experiencia se realizarán, con la conducción del ingeniero Aldo Alarcón, ensayos en mesoparcelas en las localidades de General Conesa y Luis Beltrán.
El ensayo en Conesa se efectuará en el campo del productor Sergio González. Se hará con la doble modalidad de planteo en surco y en plano, en tanto que en Luis Beltrán sólo se sembrará en surco.
Finalmente, y en el campo experimental del Ministerio de la Producción (se firmó un acuerdo con la directora de Agricultura de la provincia, María Virginia Erezuma, y el ministro de Producción, Juan Manuel Accatino) y el Inta de la localidad de Viedma se continuará con las evaluaciones de una numerosa cantidad de variedades que el proyecto âSoja Patagónicaâ viene realizando desde hace cuatro campañas.
Todas las actividades contarán con el apoyo del ingeniero Omar Alfonso, técnico con una vasta trayectoria en ensayos agrícolas en el Valle Medio, y quedarán dentro del marco de cooperación que el proyecto âSoja Patagónicaâ firmó con el Gobierno provincial.
La mejor genética es la clave
En territorios nuevos para la agricultura, como son los desiertos y la heterogeneidad que ellos encierran, es indispensable contar con materiales genéticos lo suficientemente estudiados. Especialistas de Relmó señalaron que la disponibilidad de variedades desarrolladas con la finalidad de interactuar productivamente con ambientes hostiles es clave para el desarrollo del cultivo en la nueva región.
