El Ministerio de Economía decidió incluir en la lista de excepciones al arancel externo común (AEC) del Mercosur a una clase de fertilizantes fosfatados, que a partir de ahora no pagarán derechos de importación extrazona para ingresar en el país.
Se trata del fosfato diamónico y del monoamónico, dos de las fuentes de fósforo más utilizadas en la agricultura argentina, junto con el superfosfato simple y el triple.
âLa medida es muy positiva y va a tener impacto en el productor, porque reduce los costos de importación en unos 16 a 18 dólares, y en las empresas que importan porque baja el costo financiero de la operaciónâ, señalaba este lunes el gerente de Insumos de una importante distribuidora local.
Hasta el presente, los fertilizantes fosfatados que se utilizan en la Argentina son importados en su totalidad y pagaban un arancel de 6 por ciento. Recién este año Mosaic (Cargill) arrancó con la producción de superfosfato simple en su terminal de Quebracho (Rosario), en tanto que Petrobras anunció la construcción una planta también de superfosfato simple, en la localidad de Campana.
âLo que no entiendo es por qué Economía excluyó al superfosfato triple del beneficio del arancel ceroâ, se preguntaba un distribuidor de agroquímicos consultado por Infocampo.
Una de las explicaciones puede radicar en que las excepciones al AEC son limitadas y que para incluir un producto en la lista, el país debe excluir otro. Con la medida, Economía mantiene la protección a los emprendimientos en marcha y por venir (vinculados con el superfosfato simple) y abarata la importación de dos importantes fuentes de fósforo como son el fosfato diamónico y el monoamónico.
El problema es que estos dos nutrientes se utilizan fundamentalmente en el cultivo de maíz, cuya siembra se encuentra en el tramo final.
Para la soja, en tanto se tiende a utilizar fuentes que no contengan nitrógeno, como los superfosfatos.
âEl efecto de la medida se va a sentir a partir del 2007. Lo más temprano sería para las pasturas y verdeos, y después seguiría con los cereales de invierno y por último los cultivos de gruesaâ, opinan en el mercado. âA esta altura del año, las importaciones ya están definidas, así como la demanda. Puede que quede algo para el girasol y para la soja de segundaâ, agregaban.
Los principales jugadores de este negocio, que según el estudio de una consultora privada movió importaciones por un volumen de 1,25 millón de toneladas y un valor de u$s290 millones en los primeros diez meses del año, son Agroservicios Pampeanos, la Asociación de Cooperativas Argentinas, Bunge, Mosaic, Nidera, Petrobras, Profertil, Quebrachito, Roullier, Yara e YPF, en orden alfabético. Estas once empresas manejan más de 90% de las importaciones de fósforo, en sus diferentes formas.
Pero en el mercado también intervienen jugadores menores, como Los Grobo, que a principios de año importaron 2.200 toneladas de fosfato monoamónico, o Agricultores Federados Argentinos, que trajeron 600 de superfosfato, junto a distribuidores de menor volumen como Agrefert.
En los últimos tiempos, el valor de los fertilizantes registró una marcada suba. Fuentes del mercado comentaron que hoy un precio de referencia para el fosfato diamónico o monoamónico es 370 a 380 u$s/t, a productor, en tanto que para el superfosfato simple es de 210 u$s/t y el triple ,de 320/330 u$s/t.
También comentaron que la demanda es sostenida, en parte debido a una expansión (estimada) del área maicera y el retorno de las lluvias en los últimos 30 días. Incluso estiman que el 2006 podría cerrar con un incremento de las importaciones en torno de 10 por ciento.
La medida de Economía busca reducir los costos de producción de los agricultores y está en línea con otras tomadas anteriormente como la baja del IVA a 10,5 por ciento.
Javier Preciado Patiño
jpreciado@infocampo.com.ar