Las aseveraciones parten de la experiencia recabada por la empresa El Tejar en el norte del país y corrieron por cuenta de su líder de la unidad de negocios del NEA, Luis Folgado, uno de los panelistas del IX Seminario de Aapresid en el Norte, realizado esta semana en Charata, Chaco.
La empresa, que no posee campos propios y explota 15.000 ha en el NEA (de las cuales el 41% incluye gramíneas), está trabajando con una nueva forma de contrato de arrendamiento, âplanteando un negocio a largo plazo, con preservación de los recursosâ.
En concreto, El Tejar está impulsando la concreción de contratos que promedian los 3 años, âporque no se puede hacer un planteo de rotación, en un contrato a un añoâ, razonó Folgado en diálogo con Infocampo. Esta medida de tiempo ânos permite plantear un sistema, con un porcentaje de rotación lógico, con el consecuente balance de carbonoâ.
La posibilidad de lograr una sustentabilidad ambiental y económica se lograría también con un porfolio con participación en varias regiones, con ambientes bien diversificados, lo que balancea la ecuación económica final.
Dentro del porfolio por ambiente, âtambién conviene trabajar con porfolios de cultivos. Al poder sembrar diferentes granos, se disminuye mucho la posibilidad de perder plata y nos permite destinar lotes a cultivos quizás no tan rentables, pero con muy buen nivel de cobertura”, resaltó Folgado.
Bajo esta concepción, la incorporación de gramíneas, como el maíz, es factible, a pesar de sus diferencias de precio con la soja.
Otra de las posibilidades es cerrar contratos diferenciados, âdonde se estipula un manejo más sustentable, y queda asentada la incorporación de un porcentaje de gramíneas. Incluso contratos donde se estipula la rotaciónâ, agregó el ejecutivo.
También “se pueden hacer quiebres en los contratos, es decir que arriba de tantos quintales de maíz se paga más”.
Bajo este sistema, El Tejar ya cerró un buen número de contratos ây hemos podido incluso hacer arrendamientos variables, es decir que la superficie que va a maíz se pague diferente a aquella que va a soja”, ejemplificó Folgado.
Sin embargo, el ejecutivo reconoció que existen regiones donde es muy difícil impulsar este sistema, como la zona núcleo, donde el mercado es âdesleal y oportunistaâ. En esas regiones âse trabaja mucho con plata que no es del sector, y se hacen negocios por un año y luego los capitales se retiran. Esta gente también deja afuera del mercado a empresas como la nuestra, porque ofrecen condiciones de pago por adelantado, pero no se comprometen con la sustentabilidad o el futuroâ, insistió Folgado.
El propio Jorge Romagnoli reconoció a Infocampo que los esquemas arrendados con rotación en el país âson muy pocos, básicamente porque los contratos de arrendamiento son a muy corto plazo y están cimentados en un solo cultivo, y esto atenta contra la sustentabilidadâ, enfatizó.
Para el presidente de Aapresid, la responsabilidad no es sólo del arrendatario y del dueño de la tierra, sino también del propio Estado, âque debe cumplir con su rol, para que sistemas productivos sustentables sean viables en situaciones o lugares del país, donde existen grandes problemas de infraestructuraâ, que incrementan los costos y hace que los números no cierren.
Marianela Garbini
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