Las empresas de forrajeras pidieron al Instituto Nacional de Semillas que profundice la fiscalización en este segmento del negocio semillero ante el auge de la venta del producto que no cumple con los requisitos legales.
Sucede que el Inase sólo autoriza la venta de semilla fiscalizada; esto es bajo condiciones controladas de producción e identificación, lo que implica garantía de poder germinativo y pureza.
Sin embargo, muchos lotes productivos de alfalfa son clausurados por los productores en algún momento del año, para dejarlos semillar y luego cosecharlos.
Esta alfalfa se vuelca al mercado compitiendo deslealmente con la semilla fiscalizada.
Según Juan Bologna, gerente comercial de la firma Barenbrug, habría unas 800 a 1.200 toneladas de alfalfa ilegal para salir al mercado en la próxima siembra, más lo que pueda cosecharse este año.
Considerando que se estima que anualmente se utilizan entre 5.000 y 6.000 t de alfalfa como semilla, la bolsa blanca se estaría llevando hasta un 20% del total del negocio.
âNos compite deslealmente, porque se vende a la mitad del valor de la semilla fiscalizada. Si estamos hablando que el kilo se ubica en torno de los 4 o 4,5 dólares, la bolsa blanca se vende a 2 dólaresâ, comenta por su parte Rafael Ayerza, de la firma Alfalfares.
El punto es que para muchos productores, la venta de semilla de alfalfa resulta un negocio mucho más rentable que la ganadería.
Ayerza explica que una hectárea de alfalfa puede rendir entre 150 y 400 kg de semilla, según las condiciones del cultivo, lo cual genera para el productor un ingreso de 300 a 800 u$s/ha, un número muy superior al que puede obtener con la cría o el engorde vacuno.
Según Bologna, existen âbolsonesâ donde se produce la semilla ilegal, mayormente en la zona ganadera de La Pampa, el centro/norte de Santa Fe, algo en San Luis y en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires (Villalonga).
Uno de los problemas asociados a la bolsa blanca de alfalfa es que puede generarle serios problemas al productor que la adquiere, por venir contaminada con malezas, por caso, la temible cuscuta, que es casi imposible de erradicar, si no es dando vuelta la pastura. âLe pasó a un conocido que se le enmalezaron 300 hectáreas de alfalfa por haber comprado de origen desconocidoâ, advirtió Ayerza.
El Inase ya se encuentra fiscalizando, aunque comenzó por los mismos semilleros. âAhora esperamos que siga donde está el verdadero comercio ilegalâ, piden los semilleristas.