Como veníamos sosteniendo las investigaciones biotecnológicas nacionales también aportarán su âgranitoâ de arena al cimiento productivo del país.
Desde el Inta Manfredi, el grupo de Biotecnología trabaja desde noviembre de 2004 en la tolerancia nativa del maní.
Sobre un banco de 4.000 muestras, provenientes de todos los centros de origen del cultivo, se seleccionaron 172 materiales, âa los que les aplicamos glifosato unos 50 días después de la siembra, a razón de 2 litros por hectárea, dejando una faja como testigoâ, especificó a Infocampo el responsable del grupo, Jorge Gieco.
Pasados 45 días de la aplicación, se realizó la evaluación de las variables reproductivas, como peso de granos y peso de cajas, detectándose que de los 172 genotipos, âun 3% resultó altamente tolerante, mientras que otro 11% fue calificado como medianamente tolerante. El resto resultó susceptibleâ.
Con estos 6 genotipos seleccionados, el equipo de biotecnología seguirá trabajando en la identificación del rango de tolerancia al glifosato durante unos tres años, âpara ver la estabilidad de la tolerancia y la cantidad de herbicida que soportanâ, explicó Gieco.
También se trabajará sobre la aplicación en diferentes épocas del período vegetativo, para analizar la influencia del herbicida.
âEl tema es que la tolerancia, como es una base de varios genes, y a diferencia de la resistencia llega un momento en que puede quebrarse y queremos saber cuándo es ese momentoâ, reconoció.
La realidad es que estos 6 genotipos tienen una capacidad de producción prácticamente igual a la de los materiales no tolerantes, âde entre el 90 y 95%; mientras que los materiales medianamente tolerantes promedian el 75%â.
Para liberar finalmente estos materiales al mercado, el camino a recorrer será concluir durante un año más todas las verificaciones y, a partir de allí, âse trabajará con marcadores moleculares para identificar los genes que condicionan esta tolerancia y transferirlos al maní cultivado, pero a un material de elite, como un 484, 485 o un 505â, concluyó Gieco.
En cuatro años estaría inscripto
El proceso inciado por los expertos del Inta Manfredi concluirá en unos 4 años, cuando este desarrollo, propiedad exclusiva del organismo, pueda ser inscripto en el Inase. El costo del proceso significará cerca de un 20% de lo que saldría una transgénesis.
Previo a ello, se deberá hacer un proceso de selección de retrocruzamiento asistido, luego de identificar los marcadores moleculares, para obtener un maní con potencial de rinde de hasta 6.000 kilos maní en caja -previa correcta fertilización y control de malezas-, con un promedio de 3.500 kilos.
Una vez liberado, âla excluyente recomendación será no superar la barrera de aplicación que detectemos finalmente, para evitar la aparición de malezas resistenteâ. El método: rotar el herbicida utilizado.
