La Aduana del Brasil, aplicó una medida restrictiva sobre productos que han salido de la República Argentina cumpliendo todas las normas legales, tanto de nuestro país como del Brasil, siendo detenidas en frontera sin fundamentos técnicos que avalen ese procedimiento, negándose a resolver el problema contra todas las gestiones realizadas por el Gobierno Nacional.
El daño económico y comercial ya esta realizado y la pregunta que se plantea la molinería argentina es quien va a cargar con la cuenta.
Los importadores del Brasil han interpuesto mas 100 âmandatos de segurazaâ (equivalente al derecho de amparo de nuestra legislación), pero la impresión que existe es que la justicia brasileña no se va oponer a lo actuado por la poderosa Receita Federal.
Con lo cual todos los caminos parecen cerrados para resolver el conflicto de fondo en forma amigable como correspondería, asestando un duro golpe a las intenciones de reflotar el alicaído Mercosur.