El viernes se conoció la posición oficial de los fondos en Chicago al 12 de septiembre: cortos en soja en 43.500 contratos y largos en maíz en 100.500, puntualizó la consultora Roagro.
Las subas operadas en el mercado referente permitieron que los precios locales dieran otro paso adelante, terminando de redondear las aspiraciones de un buen número de vendedores.
En el caso del maíz, la firmeza externa, barcos a la vista y una oferta exigente (potenciada por la situación climática) âfueron la formula ideal para que el maíz mejorara, superando la barrera de $270 (hasta $273.-) para zona Rosario y marcando $300 para Bahía Blancaâ, detalló Carlos Boglioli.
Entretanto, la Bolsa de Cereales informó que la implantación de maíz alcanzó al viernes el 5.2 % del área prevista, es decir 2,8 puntos porcentuales más que la semana anterior, pero 1 punto por debajo del nivel registrado en la misma época del año último.
Para la soja, el mercado local continuó mejorando pero, contrariamente al maíz, âguardando más la composturaâ.
De hecho, âvolvimos a observar un delicado manejo de la situación por parte de los compradores: los $525 pagados por disponible y los $528 octubre fueron una suerte de escala técnica para evitar abrir los $530 pretendidos por el grueso de la oferta, además de generar algún ahorro en la gran cantidad de fijaciones que se define por la Pizarraâ, reconoció el consultor.
Finalmente, el mercado de trigo se mostró inactivo; con una oferta lejos de lo que ofrece la exportación ây la exportación lejos de accederâ.
El ambiente âse hace difícil de interpretar desde la lógica. Hay un contexto mundial firme, una cosecha argentina comprometida con posibilidades de colocarse al exterior como pan caliente y una tendencia que no se hace cargo de la situaciónâ, sentenció Boglioli.
