El subsecretario de Políticas Agropecuarias y Alimentos, Fernando Nebbia, destacó la importancia que tiene ese sistema para la Argentina, en razón de que el control de las frutas permite certificar la calidad de los productos evitando trámites fronterizos.
La prórroga del acuerdo tiene fundamental importancia en relación al comercio bilateral debido a que en los meses en los que se concentra la cosecha -desde principios de febrero hasta fines de abril-, más de 5.000 camiones transportan esas frutas de pepita a Brasil, por un monto que llega a los 65 millones de dólares. La medida demuestra, además, el buen funcionamiento del control conjunto que realizan los fiscales en origen, fortalece la sanidad vegetal de la región y consolida la relación que ambos países han desarrollado en el ámbito del Consejo Agropecuario del Sur (CAS).
El Ministro de Agricultura de Brasil, Luis Guedes Pinto, señaló al respecto la necesidad de profundizar cada vez más la integración comercial entre ambos países, al brindar el mayor apoyo posible en cada negociación bilateral.
La Delegación Brasileña comentó que posee un informe favorable de los trabajos que realiza Argentina para el control de la plaga.
Guedes Pintio remarcó que “el propósito es dar continuidad al sistema actual del acuerdo, tomando en cuenta la problemática existente en los pasos fronterizos”.
El alto funcionario manifestó también la intención de realizar, junto con el Servicio Naciona de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), un acuerdo de cooperación técnica en el control de la carpocapsa, por lo que solicitó intercambiar información lo antes posible con el fin de comenzar los trabajos.
El entendimiento a nivel político alcanzado por los funcionarios dará previsibilidad al comercio bilateral del fruto de pepita.
La Secretaría de Agricultura, junto al SENASA, trabajó en este tema con la colaboración de la Consejería Agrícola Argentina en Brasil desde el 2000, lo que permitió la creación del Sistema de Mitigación de Riesgo.
El acuerdo alcanzado a fines de agosto último busca asegurar el futuro productivo de las economías regionales (Alto Valle del Río Negro, Neuquén y Mendoza) y abre nuevas perspectivas para futuras negociaciones bilaterales.
