En el mercado de las frutas de pepita (manzanas y peras) hay algunos tironeos. Uno de los temas de mayor importancia es el precio de la declaración de la exportación ante la Aduana.
En este sentido, la Afip le está reclamando a un grupo de empresas de frutas un 20% más por sobre la declaración de las exportaciones que éstas realizan.El valor declarado por las empresas es cercano a los 492.000 dólares, mientras que la Dirección General de Administración valúa la mercadería en los 627.000 dólares.
“Lo que sucede es que la Aduana dice un número mayor, ya que lo considera la mercadería tomando como referencias productos top de calibre top”, indicó Gabriel Grisanti, director de la empresas Tres Ases.
Los precios se estiman al momento de embarcar, donde se fija el precio FOB de exportación, por el que las empresas deben pagar una retención del 10%. Este es un precio que no se puede pautar con anticipación, ya que no es costumbre de este negocio, en algunos casos, como Rusia, la mercadería se recibe a los 42 días y al momento del arribo se puede encontrar con una situación de mercado diferente.
A esto también debe sumarse la relación euro-dólar, y el valor del flete naviero, que varía directamente en relación al barril del petróleo, lo que hace que el valor FOB por el que se exporta sea diferente.
“Esto sucede anualmente, ya que es un mercado variable, no es un commodity y la realidad del mercado no determina los precios de antemano. Ha habido años donde hemos tenido que tributar en exceso y buscar alternativas para cumplimentar el ingreso de divisas, porque en realidad no recibimos por la mercadería los valores a los que aspirábamos en la Aduana”, destacó Grisanti.
Nuestro país tiene como principales competidores a Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile, que venden en libre consignación. Los exportadores argentinos lograron que al menos los importadores le aseguren un precio mínimo. Pero la competencia de los que venden en consignación es muy fuerte en los mercados externos.
Los precios de referencia durante el año pasado se habían acordado con la aduana, pero actualmente los exportadores se encuentran ante una decisión unilateral de modificar los valores de declaración.
En este contexto, la Cámara Argentina de Fruticultures Integrados (Cafi), está buscando una solución justa para esta situación. “En estos momentos el preajuste está en instancias administrativas, pero cuando se reclama el ingreso de volumen de divisas que no se tiene es difícil encontrar una solución a la problemática”, indicó el director.
