A través del “Operativo Granos 2006” realizado por la Afip sobre Santa Fe, Rosario I y II, se evitó una evasión de $ 75 millones en el IVA, y de $ 235 millones en Ganancias.
“Se hicieron cobranzas de embargos en el mismo momento del operativo por 3,5 millones de pesos y se evitó una evasión de $ 310 millones, que si los comparamos con los 260 millones del año anterior tiene una mejora cercana al 20%”, indicó Alberto Abad, administrador federal de la Afip.
Se detectaron 3.090 operadores con inconsistencias, de los cuales 3.069 fueron excluidos del registro, entre los que había sin movimiento, con baja en IVA, insolventes o ficticios.
“Hay maniobras burdas de evasión en las primeras etapas de la cadena, hay procesos de blanqueo más sofisticados con participación de insolventes, contadores y abogados en la etapa cercana al acopio, previo a la entrega al exportador y hay una lógica casi científica elusiva en las exportadoras que manejan paraísos fiscales, sociedades off shore”, subrayó el administrador.
El operativo involucró un volumen de 59 millones de toneladas de granos. Productores, acopiadores y corredores, entre otros, fueron sujetos de la fiscalización de la Afip.
El organismo realizó un control centralizado, con información de terceros proporcionada por la Oncca y el control satelital, además de utilizar información propia de la Afip.
Para lograr un control de producción y comercialización se relevaron terminales portuarias, control de acopios, cubicajes de los silos y a productores rurales sobre 550 casos y cerca de 1,4 millones de toneladas de granos. Además se controlaron los ingresos a balanzas y playas secas.
âLos mecanismos de retención a productor minimizan la posibilidad de evasión, lo mismo que el haber bajado la alícuota de 21 al 10,5%â, destacó Abad, al tiempo que remarcó que la evasión general del IVA (toda la economía) bajó de 35% en 2002 a 23% en 2005. El jefe de los recaudadores no precisó cómo evolucionó la evasión del IVA en el comercio granario, sino que la enmarcó en la reducción general de 12 puntos porcentuales logrados sobre el IVA general.
Si bien cuando se comenzó a utilizar este sistema los productores no creían que al mes siguiente del aporte que realizaban se les iba a reintegrar el 7%, hoy está funcionando.
El sistema implementado para el control del IVA consiste en que el comprador realiza una percepción del 8%, sobre los 10,5 del impuesto. La Afip contrasta la declaración jurada con los datos de las Bolsas de Cereales y el Sistema de Control de Retenciones y si toda la información es consistente deposita en la CBU del vendedor 7 de los 8 puntos porcentuales del IVA.
También se hizo referencia al nuevo régimen de Impuesto a las Ganancias, ya que desde Afip están preocupados con cierto corrimiento que hay a escaparse hacia Ganancias, ese es otro paso para el que se deben desarrollar nuevos mecanismos.
En este sentido, a partir del 1° de septiembre comienza a regir el nuevo régimen de Impuesto a las Ganancias. “Es una manera de dar un mensaje muy claro a los productores y los distintos participantes en la cadena: al que está en un sistema controlado y transparente no tiene problemas, pero al que no está en orden, le vamos a hacer una retención mayor; sin embargo, puede seguir operando, a nadie le podemos bajar o eliminar la libertad de comerciar”.
Zona estratégica para control
El administrador Abad contó: âEste tipo de operativo es más que significativo en la lucha contra la evasión, por eso se optó por realizarlo en el área santafesina, de donde sale el 84% de la producción nacional de granos y subproductos. En este sentido es considerado como estratégico para las actividades de fiscalizaciónâ.
Baja en registro
âDar de baja en el registro a un operador significa que deja de ser confiable dentro del sistema y que además tiene costo económico adicional porque tiene retenciones que son mucho más altas que para cualquier otro operador. Es una manera de incentivar a operar confiablemente y estar en el registro, y el que sale de esa regla del juego tiene el costo de la no confiabilidad, no es un echo administrativo sino que es un mecanismo muy fuerte de desincentivoâ, explicó Abad.
Eliana Ramos
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